Disfrutando a mi hermana - Relatos Eróticos

Disfrutando a mi hermana

Mi hermana es realmente hermosa, tiene 20 años vive conmigo (23 años) y con mis padres. Parece una modelo, sin exagerar. Mide aproximadamente 1, 65 cm, su pelo es negro y liso, tiene una cara angelical y una boquita pequeña. Sus tetas no son grandes pero bonitas, tal vez es lo único que le hace falta, un par de tallas más en la tetas. Afortunadamente eso lo compensa con una cola preciosa, bien redondita y parada que provoca agarrarla en todo momento.

Bueno, un fin de semana salimos de fiesta como es habitual regresamos temprano porque mi hermana estaba muy cansada. Al llegar a casa no estaban mis padres. Habían sido invitados a un matrimonio y parece que la celebración se alargó. Mi hermana se tiró en el sofa y yo me fui al computador, le propuse pedir algo de alcohol teniendo en cuenta que era temprano. Ella respondió accedió. Conversabamos y escuchabamos música y cada vez más el efecto de los tragos se hacía notorio. Después de un rato mi hermana exclamo que le dolían mucho sus pies. Yo toda la vida he sido un fetichista de pies, y los pies de mi hermana eran preciosos, realmente me encantaban. Le propuse un masaje y ella aceptó. Su respuesta me sorbprendió de sobremanera, varias veces le había propuesto lo mismo sin tener suerte. Ella sabe de mi fetiche y generalmente oculta sus pies y evita en todo momento que yo se los pueda admirar. Ni corto ni perezozo empeze a masejearlos pasaba mis manos una y otra vez, mientras que ella recostada en el sofa hacía gestos de ...

... alivio. Los dos estabamos disfrutando del momento. Mientras yo seguía con lo mio, siguieron las sorpresas. Mi hermana me hace una pregunta en referencia a las razones por la cuales me gustaban tanto sus pies. La pregunta me cogió totalmente fuera de base. No supe que responder y me quede en silencio. Ella siguió hablando del mismo tema y luego comentó que tuvo curiosidad de mi fetiche y busco en la web videos de foot fetish, me conto que había visto uno donde el hombre empezaba a besarle los pies a la mujer. Era la clara señal de que quería que yo hiciera lo mismo. Tan pronto ella terminó de pronunciar esas palabras, yo entendí que debía hacer mi parte y empeze a besar su pies. Pasaba mi lengua por toda su planta y tambien entre sus dedos, ellas mientras tanto cerraba los ojos y hacía gestos de aprobación. Yo no lo podía creer, lo que estaba buscando hace 2 años por fin se me estaba dando. Mi verga cada vez estaba más dura y mi hermana se dio cuenta de mi descomunal erección. -Tanto te excita hermanito- fue lo que le escuche decir. Yo asenti con la cabeza. Ella dijo que también se estaba excitando y luego pronunció las palabras que jamás podre olvidar y que cambiaron totalmente mi relación con ella. Me confesó que ella sabía que yo fantaseaba con ella. Muchas veces ella sentía que yo la desvestía con los ojos. (no se equivocaba) que era mi día de suerte y deseaba que la viera como una mujer, como una amiga, no como su hermana. Le solté sus pies cuando me dijo eso, y me lanze ...