1. Núria


    Fecha: 31/01/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Charmander, Fuente: CuentoRelatos

    Aquella mañana de principios de junio por fin me había quitado de encima uno de los exámenes finales del curso, y quería aprovechar el poco tiempo que tenía hasta tener que ponerme a estudiar para el próximo. Había quedado con Marcos, uno de los mejores amigos que había hecho aquel primer año en la facultad.
    
    Íbamos a la universidad de Madrid, aunque yo era catalana, y llevar casi un año viviendo lejos de casa y de forma independiente me había liberado bastante. Y a todo esto cabe sumarle la experiencia que supone ir a la universidad y a la influencia de mi compañera de piso, un par de años que yo y partidaria del amor libre.
    
    Había un pueblecito a media hora de la capital donde los padres de Marcos tenían una casa de campo a la que solían ir en verano, pero el resto del tiempo estaba vacía, y allí era dónde habíamos quedado. Ya conocía el sitio de haber estado allí con él en alguna otra ocasión, pero aquel día sucedió algo que nunca me había pasado antes.
    
    Me pasé el viaje en coche metiéndole mano.
    
    -¿Te gusta que te toque aquí? –le pregunté juguetona mientras le introducía la mano en los pantalones.
    
    -Sabes muy bien que sí, Nuria –me respondió Marcos sonriendo.
    
    Le agarre la polla y suspiró. La tenía caliente.
    
    Empecé a subir y a bajar con la mano y enseguida se le puso dura. Me relamí. Hacía un par de semanas desde la última vez y le tenía muchas ganas.
    
    -Qué pronto se te pone dura, Marquitos –le dije.
    
    Aparcó cerca de su casa, que se encontraba ...
    ... bastante apartada del pueblo. Llegamos comiéndonos a besos, y fuimos directos a su habitación, bien iluminada por el sol de media tarde gracias a la ventana del fondo. Nada más entrar le desprendí de su camiseta y comencé a besar su pecho, olía muy bien. Bajé con mis labios hasta su vientre perfectamente plano, y antes de seguir bajando le dije que se sentara en el borde de su cama. Me arrodillé frente a él, le desabroché el cinturón y tiré de él hasta quitárselo, y con él los pantalones. El bulto de sus boxers delataba que seguía tan empalmado como le había dejado en el coche, acerqué mi boca a él y empecé a mordisqueársela por encima. Marcos, sin hacer fuerza, apoyó sus manos sobre mi cabeza y suspiró. Sin esperar ni un instante más, le desprendí de sus boxers y su polla saltó ante mis ojos, bien dura y apuntando al techo. Ya lo tenía completamente desnudo, y yo, que ya estaba húmeda, comencé a mojarme aún más si cabe. Le correspondí desnudándome yo también. No lo hice sensualmente, sino lo más rápido posible para no perder el ritmo, estaba hambrienta de polla. Así que me puse frente a él y comencé a darle lametones a su glande, para luego bajar y volver a subir recorriendo su tronco con mi lengua. Los jadeos de Marcos demostraban que estaba en el cielo, y cuando me metí su glande en la boca y empecé a succionarlo con ganas, empezó a intercalar gemidos con sus jadeos. Tratar de metérmela toda en la boca hubiera sido un imposible, así que hice algo que sabía que le gustaba mucho: ...
«123»