1. Puteando en los cines


    Fecha: 29/01/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos

    Ya teníamos algún tiempo de estar cogiendo, ya muy encanchados, muy acostumbrada a encuerarme en cualquier lugar y coger o simplemente mamar. Sin dudas ni complicaciones. Al inicio, había sido tímida, sin imaginar variaciones, con el pasar del tiempo me hice muy hábil por todos los agujeros, lo sabía hacer muy bien. Y aceptar oír y decir palabras vulgares.
    
    En los cines, las primeras veces, me colocaba algo sobre las piernas para cubrirlas al ser acariciada y dedada, algo después ya no me cubría y me quedaba quieta con la falda subida. En la forma final, la falda quedaba a la cintura, sin calzones con la blusa abierta y sin sostén, toda descubierta, tranquila, caliente y gozando la cachondeada.
    
    Ese día fuimos ya tardecito a un cine con malas películas, de poco público, como nos interesaba. Nos sentamos hasta atrás, en los lugares tradicionalmente pecaminosos. Y siguiendo nuestra costumbre, después de muchos besos profundos, ya estaba con los pechos de fuera, sin calzones y la falda a la cintura.
    
    Con los dedos, me vine, con estertores profundos, y nos quedamos quietos saboreando el momento. Estando así mi primo vio aproximarse un individuo, y comenzó a pensar pendejadas. No dije nada esperando que pasara. El tipo de acercó poco a poco. Con cuidado vio que nadie más estaba cerca y se sintió seguro.
    
    El inicio.
    
    Me murmuro:
    
    - Cariño, hay un tipo acercándose, ¿te parece que lo dejemos llegar junto?
    
    Viéndolo de manera extraña le dije
    
    - ¡Que! ¿Como? ¿Así?
    
    - ...
    ... No se… ¿vemos que pasa?
    
    - Bueno… (no muy convencida…) Y me quede como estaba.
    
    El tipo se fue acercando hasta quedar junto viéndola sin recato.
    
    Le dijo:
    
    - Puedes ver, pero no tocar… Aceptó moviendo la cabeza. Yo quieta… sin verlo… aparentemente…
    
    Pasaron unos minutos en que me acaricio abiertamente, besándonos… me movía los pechos y colocando la mano entre mis piernas, las abrí y caliente, comencé a relajarme.
    
    Pensaba:
    
    - ¿Y ahora qué? ¿Que irá a pasar y que espera el gordo que haga… ¿Esperaré… Hummm… el tipo me está rozando la pierna con la mano… ¿Lo dejo? Lo deje y al no ver reacción la mano se fue afirmando, ya no era el dorso, era la palma en el muslo.
    
    Como mi primo estaba atento, vio los movimientos, pero al no reclamaba lo dejo avanzar mientras me abrazaba acariciándole un pecho con una mano y la panocha con la otra.
    
    Pareciendo una señal, cambio de pecho, dejándoselo libre al visitante, que sin demora, comenzó a acariciarlo. Y yo quieta… Pensando:
    
    - ¡Me está metiendo las manos este huevón, y el gordo no dice nada… me siento bien caliente… lo estoy dejando cachondearme… creo que eso es lo que quería el gordo… lo dejaré… además me está gustando…Pinche gordo!
    
    - Y me están manoseando a cuatro manos ¡Que rico!
    
    Así, ya sin dudar, les agarraba las vergas, moviéndolas sabiamente. Así seguimos hasta que me vine unas dos o tres veces, con muchos jadeos. Y nos salimos, ya había sido una muy buena experiencia. En el estacionamiento no aguantamos las ...
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