1. Me gusta Alicia


    Fecha: 25/01/2021, Categorías: Sexo oral Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... puedo descartar nada pues Alicia me tiene trastornado; no dejo de pensar en ella ni un instante, ni siquiera cuando esto trabajando consigo apartarla de mis pensamientos.
    
    En mi mente esta grabada aquella delineada y espectacular figura, de pechos medianos, cintura de avispa, piernas torneadas, trasero bien levantadito y aquel rostro de ángel que me hechizaba; sus ojos mar, su nariz fina y una pequeña boquita de tono cereza que lucia húmeda y tersa la cual tantas veces imaginé haciéndome un rico sexo oral. De hecho cuando mi mujer me lo hacia trataba de imaginar a Alicia con todo su largo cabello rubio cubriéndole el rostro mientras me regalaba su ardiente caricia.
    
    Hace poco tiempo, digamos unos meses me dije que si quería que pasara algo entre los dos debía dejar de ser tan distante y tratar de entablar una amistad con ella haciendo lo posible de ganármela de algún modo…vamos! Que todo mundo trae una debilidad y mi reto seria conocer cual era la de Alicia para después tenerla en mis manos.
    
    Un día me asomé a aquella ventana del segundo piso de mi casa, deseando verla pasar como acostumbradamente lo hacia cuando salía del colegio todas las tardes a las 6:00 p.m. Siempre sola y con su mochila a cuestas y resultó que justo cuando me asomo aparece ella y mi corazón dio un vuelco mientras que sin pensármelo mucho baje corriendo a saludarle desde el portal.
    
    No se si corri muy a prisa o si ella detuvo el paso para esperarme que saliera, pero cuando llegué al frente de ...
    ... la casa, allí estaba Alicia.
    
    La saludé sin dejar de admirar ni por un segundo su hermosa presencia. Ella me respondió con amabilidad.
    
    Le pregunté que si se dirigía a su casa y ella me dijo que así era que iba a ducharse porque tenia un calor de los mil demonios encima y me regalaba una sonrisa linda como ella mientras que me lanzaba unas miradas bien coquetas. Lo intuí y le dije que si no gustaba pasar a mi casa un momento y así podría brindarle algún refresco con hielo para que se refrescara.
    
    Por lo que los dos caminos adentro de la casa y yo la dejé que cruzara delante y asi tener una perspectiva de su trasero.
    
    Ella sin duda que quería algo. Iba contoneando las caderas en forma deliberadamente provocativa y rezaba para que aquella faldita a cuadros que llevaba puesta fuese alzada por la brisa y me dejara verle su trasero.
    
    Cuando estábamos en casa, ella me preguntó si mi esposa estaba allí y le dije que no, que había salido al supermercado y entonces sonrió y entró en mi sala y se acomodó en uno de los muebles.
    
    Nos quedamos callados por un buen rato y ella me miraba como con cierto nerviosismo mientras que yo la observaba dudando si fuese real su presencia en mi sala. Y es que había soñado tanto ese momento. La había imaginado tal ves un millón o mas de veces justo en ese lugar abriendo sus hermosas piernas para mi y dejándome entrar hasta el fondo de ella.
    
    No estaba seguro si en esa ocasión podría lograrlo, pero con que estuviera allí en mi sala ya era ...
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