1. Carolina, una de esas chicas que nunca olvidas


    Fecha: 24/01/2021, Categorías: Incesto Autor: Error 4x04, Fuente: CuentoRelatos

    Carolina era una de esas chicas que conoces y nunca olvidas, yo tenía ya 30 años, los había cumplido ese mismo día, aunque no importa, nadie me regaló nada, pero ese día el regalo llegó solo, de una manera que ni imaginaba.
    
    Me encontraba paseando en un parque cercano a mi casa, había estacionado mi moto cerca y cuando me disponía a fumar un cigarrillo noté que no me quedaban, así que crucé la calle para comprar otros, de pronto escucho una voz asustada cerca de mí, era una niña que paseaba un perrito, y al oír el ruido de un automóvil éste se asustó y al tratar de huir rompió la cadena que la unía a su linda ama, y el pobre echó a correr asustado, iba a cruzar la calle con el riesgo de ser brutalmente arrollado por los vehículos, y ahí es donde aparecí yo.
    
    Al pasar el can cerca de mí lo cogí del collar y lo retuve, salvándole así la vida, luego se acercó su dueña y fue donde la vi con más atención, era preciosa, tenía solo 18 años, se llamaba Carolina, tenía el cabello larguísimo, lindo rostro, ojos y labios sensuales, y unas caderas que harían enloquecer a cualquiera ya que contrastaban espectacularmente con su finísima cintura.
    
    Me miró agradecida y dijo que no sabía cómo pagarme ya que era su perrito regalón, el problema era cómo lo llevaría a su casa pues su cadena se había roto, sin dudarlo me saqué mi cinturón y lo até al collar de su mascota y le dije, "Te lo presto, pero para que me lo devuelvas debes darme tu dirección para ir a recogerlo" y ella propuso ...
    ... una mejor idea: "Mejor juntémonos en este mismo parque a la noche, a las 10, yo te traigo tu cinturón y aprovechamos de conocernos. "Yo acepté fascinado, y la dejé con su perrito y yo me marché a esperar que la hora corriera.
    
    Finalmente, a las 10 de la noche llego a la entrada del parque, aún hacía mucho calor y había mucha gente paseando a esa hora ya que era pleno verano. De pronto ella aparece, con el mismo jeans ajustado mostrando su ombliguito, esa polera que destacaba sus senos de mujer ya desarrollada, y su larga cabellera azabache que contrastaba con su piel blanca.
    
    Después de charlar lo suficiente, me dijo que sus padres eran separados y que vivía con su abuela, que tenía el sueño pesado y que nunca la sentía llegar, así que podía llegar a cualquier hora de la noche y como era verano, no tenía clases, yo entendí con esas palabras que yo le había gustado y que quería pasar la noche conmigo, y no me equivoqué porque cuando le propuse ir a mi casa a tomarnos unas cervezas aceptó con una pícara sonrisa, subirnos a la moto y llegar a mi casa fue una sola cosa.
    
    Mis padres no estaban, ni volverían en dos días así que pensé: Esta es mi noche y éste mi regalito de cumpleaños...
    
    Entramos a mi cuarto, destapamos unas latas y puse música suave, luz tenue y abrí la ventana para refrescar el ambiente, comenzamos a juguetear, a hacernos cosquillas y a pasarnos el trago de una boca a la otra, casi sin darnos cuenta ya estábamos tendidos en mi cama besándonos y recorriendo ...
«1234...»