Roco, Ares y Yo - Relatos Eróticos

Roco, Ares y Yo

Mi nombre es Jazmín, soy de tez blanca, cabello negro y ojos café. Soy de 1. 55 de altura, flaca, tetona y culona Vivia a los 12 con mi mamá, mi padrastro y mi hermana menor, junto a mi perro labrador Roco, de solo 3 años y mi gran danes, Ares, de 2 años. Era de verano y como muchas tardes, todos se iban a visitar a algún familiar, a cenar o a ver alguna película, pero como siempre, me negue a acompañarlos, quedandome sola en casa con Roco y Ares. Me quede en mi habitacion escuchando musica cuando escuche que rasguñaban la puerta de mi habitacion. Caminé y abrí la puerta, viendo que Roco quería entrar, así que lo dejé, enseguida se subió a mi cama, mientras comenzaba a chillar, alli se recosto y comenzo a lamer su pene. No pude evitar mirarlo atentamente, hasta que aquel troso de carne salio de aquella funda. Era bastante grande, larga y gruesa. Me recoste a su lado y con un control blanco, con el que Prendí el aire acondicionado. Al ser verano hacia como 39° Me levante y me quité mi ropa, Cambiándome para colocarme mi bikini. Así estaba cuando no había nadie en casa y hacía calor. Volví a recostarme al lado de Roco. Me entró sueño, por lo que cerré los ojos. Estaba a punto de quedar dormida, cuando sentí un escalofrío en mi concha. Miré y allí estaba Roco olfateando. Me quedé observando y recordé cuando desde mi habitación se escuchaba a mi mama y a Claudio (mi padrastro) teniendo sexo. Roco comenzo a lamer. Se sentia hermoso. Abrí un poco mas mis piernas y corrí la braga, ...

... justo cuando su lengua ingreso a mi vagina. Estaba en el cielo!! Con una mano abrí un poco mas mi conchita que ya comenzaba a palpitarme, mientras con mi otra mano lo apegue aun mas a mi. Pero cuando su nariz fria rozo mi clitoris, explote en un delicioso orgasmo. Dejé que Roco siguiera un rato más, mientras seguía disfrutando. Justo mi celular comenzo a sonar, mire y era un mensaje de mi mamá. Este decía que el coche se rompió y no andaba el motor, por lo que se quedarían a dormir en lo de mi tía Irene. Que buena oportunidad. Miré a mi perro y abrí lo más que pude mis piernas y mi concha, dejándolo hacer lo que quiera. Siguió lamiendo, no se cansaba más. A los pocos minutos tuve otro orgasmo, el siguió lamiendo. No daba más. Dirigí mi mano libre a uno de mis senos y comencé a tocarlo, hasta sacarlo del sostén para comenzar a manosear, apretar y tirar de mi pezon. Nunca había estado tan excitada. Mientras Roco seguía, escuché rasguñar mi puerta, me paré y abrí la puerta, en ese momento, mi gran danés, Ares, saltó hasta mi tirandome al suelo, y comenzó a olfatear mi concha. Empezó a lamer más profundo que Roco. Provoco 3 orgasmos . Intenté levantarme, pero cuando estaba arrodillada, Roco me tomo de la cadera con sus patas mientras se movía de atrás a adelante. Con esfuerzo me dirigí a mi cama donde me apolle con mis manos. Sentí algo húmedo tocar mis piernas. Miré por debajo viendo una vez mas aquel pene rojo de Roco. Sabia lo que quería, por lo que lo separé de mi. Este me ...