en el espejo. - Relatos Eróticos

en el espejo.

El pesado maquillaje sobre mis mejillas y el aroma dulce del Perfume sobre mis muñecas me invadió repentinamente despertándome del trance de en el que había caído y me encontré sentado frente a ese espejoQuien es ella? —pregunte confundidoNo la reconoces?—dijo la vos de un mujer sobre mis hombrosNo. —respondí buscando a la dueña de esa voz.Es muy hermosa verdad? —pregunte mientras ella se acercaba más y más a mí.Si lo es… pero no sabes quién es? Dijo mostrándose la mujer desnuda tras de la chica frente a mi.No nunca la había visto— Dije secamenteSentí como los dedos tibios tomaron con suavidad mi muñeca que parecía no tener fuerza y gentilmente la coloco en mi mejilla.Eres tú… sonrió la mujer mientras tras mi espalda sus pezones morenos se asoman.Yo… en verdad?— caí en un sopor indescriptibleSi, ves lo hermosa que eres? —Un rubor leve poseyó mis labios y como un incendio se extendió por mis mejillas hasta consumirse en mis oídos.Que era ese extraño sentimiento, no lo supe en ese momento pero hervía bajo las telas que me cubrían y poco a poco como la tibia Luz del sol empezaba a calentarme.Eres muy sexi— dijo de nuevo la mujer tras dé mí y tomando mis hombros con firmeza deslizó los tirantes que se sujetaban a ellos Levemente.Lo soy? Las palabras salían de mis labios y los labios la chica frente a mi movía los suyos.Si lo eres— murmuró besando mis mejillas y marcando en ellas el color chocolate que llevaba en su boca.El aroma se tornó más dulce mientras respiraba su ...

... perfume y su pecho se apretaba contra mi espalda.Sus manos bajaron por los brazos arrastrando la ropa como una ola que devoraba todo a su paso y dejaba mi desnuda corteza a la vista.El cabello oscuro caía sobre mis hombros y una pálida sombra de vergüenza recorrió mi espinaInquietamente sus brazos seguían su camino y la desnudes los seguía a ellos bajando por mi pecho , Vientre, muslos y caderas mostrando unas pantaletas que me cubrían celosamente.El maquillaje permanecía, pero bajo las ropas aún estaba yo y ese yo era el y ella y eran hermosos los dos, mescaldodose en una orgía perfecta y mi cuerpo se excito, el vello de mis brazos se erizo en defensa contra las caricias de la mujer.Su boca recorría mis labios buscando los puntos perfectos donde aferrarse a la suave piel de los mismos y me ahogaba en besos al extremo de los labios, mientras, yo estaba absorto en la imagen frente a mis ojos oía su vos como en Oleadas de un mar lejanoVen… no pienses...solo…. siente.. lo sientes? Dijo con suavidad, y con cada pausa su aliento llenaba mis pulmones embriagándome más de ella.Si respondí bajando con timidez mis hombros tratando de ocultar mi rostro de los penetrantes ojos negros que tras el espejo me veían con una dosis de placer mesclados con vergüenza.Di-me? cuestionó casi cantandoEs suave y tibio y siento tu pulso— dije levantando mi rostro mirando mi reflejo y la expresión en ese rostro tímido me excito como si una gota de agua cayera en una tina apunto de derramarse.Donde? Dijo ...