1. Primera noche con mi primo


    Fecha: 19/01/2021, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Siempre soñé tener sexo con alguno de mis primos, y al fin llegaría la oportunidad. Vivo en mi ciudad natal con mis padres y mis hermanos, papá trabaja prácticamente todo el día y mamá se queda en casa. Yo estudio, al igual que mis hermanos. No nos salimos mucho de la rutina, por lo que fue una sorpresa cuando mis padres anunciaron que saldrían de la ciudad por unos días en plan vacaciones y que tendríamos que quedarnos solos. Cuando mis padres se fueron, cada quién se dedicó a lo propio. Muy entrada la tardé llegó a visitar un primo que vive algo lejos de casa, y nos pusimos a ver películas. Se hizo muy tarde y al estar la cama de mis padres vacía, él decidió quedarse con nosotros y dormir en la cama de mis padres. Así, todos nos fuimos a dormir a nuestras camas con la normalidad de siempre. En la madrugada me desperté con sed y ganas de ir al baño, así que me levanté y me dirigí a la cocina a beber algo de agua y luego al baño a orinar. Cuando iba de regreso a mi cama, no paraba de pensar en mi primo y las fantasías que tuve con él, y pensé que no perdería nada por arriesgarme. y fue así como acabé dentro del cuarto de mis padres, donde él dormía, dudando si acercarme a la cama y con miedo de que me echara de allí. Luego de unos minutos de dudar, decidí intentarlo, y con el corazón latiendo a tope, entré en la cama lo más silencioso que pude. Escuché atentamente, y al no oír nada, me acerqué a su pantalón y en el movimiento más cuidadoso que pude, intenté liberar su ...
    ... miembro. claro que se despertó, pero cuál sería mi sorpresa al ver que en lugar de echarme se terminaría de bajar el bóxer y dejaría su pene en plena libertad. En ese momento me lo metí en la boca y saboreé cada centímetro de ese delicioso miembro, su glande, y sus huevos. Seguí lamiendo y chupando su pene mientras sentía que empujaba su pelvis para llegar más profundo en mi garganta, y eso me excitaba más. No me percaté cómo, sólo sé que acabé en el borde de la cama, con las rodillas contra el suelo y mi primo detrás, apuntando su miembro hacia mi ano virgen. Tenía miedo al dolor, pero me di la oportunidad de intentarlo. Él intento meterme el pene, pero le costó -y me dolió muchísimo-, así que me lubricó el ano y luego se lubrico el pene, y metió todo de golpe. Debo confesar que casi lloré por el dolor al sentir todo dentro de mi, y que sentía que se me saldría la mierda, pero luego de un rato lo que único que quería era sentirlo dentro de mi, y cada vez más adentro. Bombeaba con fuerza mientras gemía por lo bajo y yo me moría de placer por sentirlo dentro de mí, hasta que llegó al clímax, eyaculó dentro de mi, y sentí su leche caliente en mi interior. Se retiró de mi y salió del cuarto a lavarse, yo salí directo a mi cuarto, sintiéndome deliciosamente húmedo y me acosté a pensar lo que acababa de ocurrir. A la mañana siguiente me fui a bañar y luego a comer, donde él actuó como si nada hubiese pasado -y yo también-, Pero ya se imaginarán lo que pasó esa noche y las siguientes. 
«1»