1. DUKE


    Fecha: 18/01/2021, Categorías: Zoofilia Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... estornudar, esto hizo que me riera a carcajadas y me desencajara de la situación. Si bien aparté mis pensamientos momentáneamente, poco después terminaría masturbándome sola en mi habitación. Días más tarde pasó lo impensado, trataba de dormir una siesta pero mis vecinos perturbaban mi mente, los ruidos de la cama contigua y los gemidos de mi vecina no me dejaban dormir, más que gemidos eran gritos y me imaginé en su lugar, cerré los ojos, acaricié con ternura mis senos y pasé por mi vagina, estaba sumamente húmeda. Al abrir los ojos el tonto de Duke me miraba con inocencia al pie da la cama, jadeando con su larga lengua afuera, recordé los lengüetazos recibidos y esta vez no soporté la tentación, me saqué la bombacha y fui al costado de la cama, me puse en cuatro patas con el rostro cercano a la pared para escuchar con nitidez lo que ocurría al otro lado - Duke! Duke! Vení! Psssss! El can vino por detrás para olerme como la vez anterior y lamerme, todo iba de maravillas… Pero de repente Duke intentó montarme como a una perra poniendo sus patas delanteras sobre mi espalda, el peso era terrible, traté de zafarme, incluso grité - Duke! Perro asqueroso, fuéra! fuera! Al tratar de cambiar la situación el perro comenzó a gruñir y mostrarme los dientes, me asusté, temí que me mordiera, nunca lo había visto así, por suerte se movía rítmicamente pero sin acertar a mi vagina. Duke pareció acomodarse mejor, como sujetándome con sus patas por los huesos de mi cadera para arremeter ...
    ... nuevamente, esta vez acertó en el blanco y me sacó un alarido, la sentí penetrarme por completo, como si miles de agujas entraran en mi interior, un dolor intenso y profundo… Estaba siendo penetrada por mi perro, el animal se movía con ligereza, entrando y saliendo como hacen los perros, por instinto, a la velocidad de una locomotora, tenía una pija enorme por ser un perro, con vergüenza escribo que al tiempo me había gustado y me entregaba mansamente, hasta saqué culo para hacer la penetración bien profunda, pasaron pocos minutos para sentir su semen caliente explotar en mi interior, me resultó fascinante… Duke se olvidó rápido de mi, echándose a un costado, entonces fui al baño a higienizarme, mi concha estaba llena de un líquido heterogéneo tirando a rosado, mezcla de semen y sangre de mi primera vez. Bajo el chorro tibio del bidé me masturbé tres veces sin parar teniendo los orgasmos más grandes de mi vida. Podría decir que mi perro me había violado para salvar mi reputación, pero lo cierto es que este jueguito se me hizo adictivo, casi todos los días disfrutaba que mi mascota me llenara la concha de leche, una y otra vez me decía: ‘esta vez es la última, lo que haces está mal’, pero siempre había una próxima vez… Y en mi libro oscuro aún quedaba una página más por escribir. De vez en cuando sentía gritar a mi vecina cosas como ‘dale, rompeme el culo’ ‘haceme la cola’ y cosas así, esto despertaba un morbo adicional en mi, y muchas veces al masturbarme jugaba con mi dedito en ...