1. ¿Ser o no ser dominada?


    Fecha: 16/01/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: LegiónOscura, Fuente: SexoSinTabues

    Cuando Kassandra abrió los ojos no pudo ver más allá del lienzo rojo que los cubría. Alguien le había tapado la vista. Sentía frío, movió las manos pero las descubrió atadas sobre su cabeza. Se sacudió un poco nerviosa y no pudo encontrar su ropa. Sentía su camisa de botones abierta, pero sus pantalones y botas estaban perdidos. Había algo mullido bajo sus rodillas, una cama, pensó ella. Estiró los dedos para arañar la cabecera que sujetaba sus muñecas. No recordaba haber dormido así, semidesnuda y atada a una cama. Recordaba la fiesta, recordaba los tragos y la música, pero no la cuerda o la tela que le cubría los ojos. ¿Dónde estaba?, ¿quién la había atado?, el motivo era más que obvio. El sonido de una puerta abriéndose la puso en alerta, todo su cuerpo se tensó con fuerza y con los oídos bien atentos, intentó descifrar quien había entrado en la habitación. Nada. La persona había entrado con un mortal siguió y Kassandra sólo pudo saber dónde estaba cuando escuchó el crujir de los resortes del colchón. Alguien andaba a gatas por la cama, acorralándola contra la cabecera. — ¿Quien está allí? —preguntó la chica al aire intentando que su voz de escuchará todo lo firme posible—, responde —ordenó Kassandra, pero no hubo respuesta. Un par de manos se posaron en los muslos desnudos de Kassandra, arrancándole a la chica un grito de miedo. Los desconocidos dedos comenzaron a rasguñarla con ternura, trazando círculos sobre su piel. — !Basta, quítame las manos de encima¡ —las manos ...
    ... retrocedieron dejando a Kassandra con una sensación de ansiedad. ¿Había sido suficiente?, Kassandra no escuchó la puerta pero aun así un grito como ese no habría disuadido a su atacante, por el contrario, las manos regresaron y está vez se internaron bajo su blusa. Las manos eran suaves, hábiles en su camino por su abdomen, no perdieron el tiempo en buscar su ombligo o sus caderas, fueron directamente a sus desprotegidos pechos. Los dedos pulgar e índice hicieron presa de sus pezones, los estiraron con fuerza, sacándole a la chica un gemido. Los retorcieron ligeramente a la derecha y luego a la izquierda, los hizo subir y luego bajar, dándose toda clase de antojos con ellos. Kassandra no quería decir nada más, tenía miedo de que estuviera armado y no pensaba darle el gusto de ver que lo disfrutaba tan solo un poco, solo cuando los dedos eran rudos con ella. El misterioso atacante la arrancó la camisa a Kassandra y la enredó entre sus ya atadas manos. Su cuerpo, desnudo completamente salvo por sus pantaletas, fue azotado por el frio. Toda la piel se le erizó y sus pezones se pusieron vergonzosamente duros. -¡No es…!, -ella intentó desmentir aquella reacción pero fue inmediatamente silenciada con un beso. Fuerte. Profundo. La lengua de su captor se deslizó sin mucha resistencia dentro de la boca de Kassandra que apretó los ojos bajo la tela que los cubría. No apestaba. Había un ligero regusto de pasta dental en ella. La lengua extraña comenzó a explorarla, bajo su propia lengua, ...
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