Andrea y yo en geisha del sur en Cali - Relatos Eróticos

Andrea y yo en geisha del sur en Cali

¡Debo empezar por confesar que fui un asiduo lector de este tipo de páginas! Aunque hacia algunos años que había dejado de frecuentar las mismas, pues en el pasado jamás logre mi cometido que era disfrutarlos con mi esposa, no necesariamente todo aquello que excita la mente y cuerpo del uno, lo hace con el otro pues bien esto al parecer era lo que sucedida con mi esposa.

Fueron más los disgustos que logre, tenemos 21 años juntos sigo manteniendo el gusto y apetito por ella, es decir, sigue estando buena: 160mts, tetas operadas 36b, cabello largo hasta la cintura, sonrisa hermosa, dentadura blanca natural y por su puesto dueña del culo que pueden observar en la imagen de mi perfil…de su anatomía mi parte favorita como suelo decir.

Un día leí un relato que me excito muchísimo, aunque al final me llevase a cuestionar si verdaderamente podría generar el placer y arrechera en quien lo escribió, tenía que ver con un hombre que deseaba ver como otro se culeaba a su esposa, aun seguía dudando que uno pudiese ponerse arrecho (pensaba y aun lo pienso, quizás no tan convencido que debería sentir rabia) el hecho es que me llamaron la atención este tipo de relatos, y empecé a leer más y más hasta que se me quedo en el disco duro. ¡Algunas buenas cogidas y un día en medio de una de estas arrecheras que ella sabe provocarme con sus sensuales movimientos y gestos ya descriptos en relatos anteriores...empiezo a imaginar que comparto esta exquisitez de puta que tengo! Y me doy cuenta ...

... que mi nivel de excitación aumenta considerablemente, fueron muchas veces que se lo susurraba al oído mientras la penetraba, mientras disfrutaba de las curvas y formas de su cuerpo, pero no encontraba mucha emoción en ella, solía decir y repetir que la única verga que deseaba era la mía, que no fantaseaba con eso, ¿pero siempre me preguntaba si realmente seria así? O si por el contrario más bien no se estallaba pensando en que podría molestarme.

Así fue que repetí una y otra vez lo mismo obteniendo los mismos resultados…me excitaba la idea de que alguien nos viera chuleando, deseaba valga la redundancia que ''desearan mi mujer'' pero fue solo hasta hace un ano aprox. Mientras me la comía como tanto me gusta, apoyándola contra la pared mientras la sujetaba de forma tosca, un poco rudo, tomarla por el cabello de esta manera al igual que escupir su cara para después pasarle mi lengua lamiéndole mi saliva, me gusta hablarle sucio ''genera mucha más excitación en ambos, lo sé porque puedo ver sus reacciones y gestos de aprobación'' mi verga entraba y salía bombeándola, parecía querer arrancarle el pelo pues lo halaba fuertemente, a ella más que dolerle le gustaba la forma en que la trataba y sobre todo me la cogía! Empecé a decirle que me gustaría ver como culinaria con otra verga, un poco más gruesa que la mía, brincando en ella y moviéndose como puta endemoniada, recuerdo haberle dicho que me gustaría ver cómo le parten el culo… fue uno de mis últimos mejores orgasmos, pues la ...