1. Sorprendida en el vestuario del club


    Fecha: 13/01/2021, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... palabras. Aún más cuando observé que la pija del gringo, era igual o más grande y gruesa que las anteriores.
    
    Vení yeguita, chupame la poronga. Zorrita.
    
    Me tomó de la mano y me llevó hasta unas camillas. Se acostó y me pidió que hicieramos un 69. No pude negarme. Estaba totalmente avergonzada y quería cumplir con todo. Me chupó la concha como nadie. Mientras tanto los negros se alternaron para que también les chupara las pijas. No podía creer la situación.
    
    Luego nos bajamos y me colocó de frente a la camilla y me volvió a abrir el culo, era más gruesa y me volvía a producir cierto dolor. Luego de un rato, me soltó, se sentó nuevamente en la camilla y me hizo sentar con mi culo sobre su poronga, los negros me alzaron y me ayudaron mientras aprovechaban para chupar mis tetas y una vez acomodada sobre la pija, comenzaron a jugar con mi concha. Julio seguía martillando, mientras yo con movimientos algo dificultoso intentaba subir y bajar. Ron se paró frente a mi con su miembro nuevamente ...
    ... en posición vertical y a la altura de mi coño, para de a poco intentar una doble penetración. Luego de trabajar un poco, ambas porongas estaban dentro de mi interior.
    
    Estuvimos más de media hora, intercambiando posiciones, hasta terminamos cogiendo en el piso en unas colchonetas que encontramos en el vestuario.
    
    Me abrieron todos los aujeros y hasta me tragué una buena cantidad de leche. Fue una experiencia maravillosa.
    
    Ese día obviamente, mi entrenador me hizo ir a descansar a mi hogar. Cuando me reencontré con mi esposo, no sabía como mirarlo. Aunque creo que lo disimulé muy bien.
    
    Días más tarde, me enteré que no era la única que había sido sorprendida por estos chicos y por mi entrenador. A partir de ese día, tuvimos un par de fiestitas más con otras chicas del plantel y los morochos. Hasta que decidí renunciar por problemas personales, para no entorpecer mi vida familiar.
    
    Eso si, a mi esposo cada tanto le pido que me ayude con algún juguetito y si es una morcilla negra, mejor. 
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