1. Contrapunto


    Fecha: 12/01/2021, Categorías: Gays Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos

    Casi estaba bostezando, esa idea de su marido de abrir nuevos frentes en su negocio, mediante ambientes vacacionales de la gente de ciudad los cuales solían recalar en ese pequeño complejo no se lo sacaba de la cabeza, allí charlaba de nuevos proyectos con desconocidos, incluso se había comprado el libro del Manual del buen emprendedor dando nuevos aires a su vocabulario algo desarticulado. Y esa noche, se estaba empleando a fondo, en una locuaz y apasionada charla de proyecto, la cual cobraba más intensidad a media que iban tomando más licor. Ya cansada, se levanto y se dispuso pasar al salón contiguo donde había algo de baile y también estaba la barra del bar, al mismo tiempo que pensaba que no era extraño que su hija el mes pasado se hubiera aburrido, incluso se quedo dormida en el jardín del complejo, yendo a dormir algo cansada y llena de hierba; para más pesar habían tenido que coger una habitación triple ya que no quedaban libres. Durante algunos minutos observo el ambiente el cual era algo frio y solitario, apenas había gente. Se dirigió a la barra del bar como si fuera la mujer de un gran empresario, se esforzaba en cambiar a partir de ahora, que las cosas podían coger rumbos diferentes en cuanto a la economía familiar. Como si buscara la palabra apropiada dijo:
    
    – Un vodka marca Absolut, por favor.
    
    – Aquí tiene señora, ¿qué tal la noche, no llevan a la señorita esta vez? – dijo el camarero.
    
    – Veo que te acuerdas de nosotros…
    
    – Si bueno, es que vino a ...
    ... charlar algo por aquí, ese día… – dijo el camarero dubitativo.
    
    – No ha venido, la última vez se aburrió mucho, pero aparte de eso, va a empezar, sus estudios universitarios – dijo, en tono orgulloso.
    
    – Perdone si he sido algo indiscreto, pero es que se la veía una chica muy lista, será que yo dejé el colegio solo con la primaria, de eso ya han pasado más de diez años… Permítame que le sirva otra copa, la invito.
    
    A pesar de la indiscreción del camarero, ella pensaba que poseía algo reverente en su actitud, quizá era una pose mecánica de los camareros, a pesar de su tatuaje de un escorpión en el cuello y no ser muy alto pero pareciéndolo; tenía esa gracia natural. Mientras el camarero se dirigía a la entrada de la cocina después de haberle servido otro Vodka y cambiar unas palabras en voz baja con otro camarero se dispuso a beber una vez más, al mismo tiempo que se preguntaba, ¿qué piensan de mi?
    
    – ¡No me jodas! Dices que es su madre – dijo el otro camarero.
    
    – Como lo oyes.
    
    – Pues si es como me lo contaron el vigilante de noche y tu compañero de barra, como el jefe se entere… ya que me dijeron que te la tiraste en el rincón del jardín, jo macho, no se como te lo haces.
    
    – Pues sí, tuvo tranca como se merecía, en menos de media hora ya me la había calzado. Y por el jefe no te preocupes, ellos me cubrían.
    
    En efecto, no mentía, esa noche tras unos chupitos se llevo a la hija de la señora previamente presentada, ante la mirada del vigilante y de su otro compañero ...
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