1. Reforma de interiores 2


    Fecha: 11/01/2021, Categorías: Infidelidad Autor: sceptico, Fuente: RelatosEróticos

    Antes de llegar a mi habitación oí el ruido de los pasos detrás de mí. Me senté en un lado de la cama, cruzando las piernas y haciendo que mi muslo izquierdo quedara completamente al aire. Fueron entrando despacio, de uno en uno y se colocaron alrededor de la cama, solo Marko se acercó hasta mí.
    
    Estaba completamente excitada. Hacía rato que había decidido, sin saber muy cómo ni por qué, que me iba a follar a esos tres hombres, que sus miradas duras, sus manos rugosas y sus cuerpos sudorosos me habían puesto como una perra en celo.
    
    Nunca había sido infiel a Luis, más allá de algunos devaneos sin trascendencia en el trabajo, no más que palabras y algún gesto. Hoy era distinto. Sexo, sexo y sexo. Esa era la llamada que martilleaba mi cabeza y mis entrañas.
    
    Acaricié la entrepierna de un Marko que mostraba una más que respetable polla. A medida que mis manos jugaban con su trasto se puso más y más duro, bajé sus pantalones y sin más me la llevé a la boca. El sabor no era agradable, sudor, seguramente pis, y el ansia de metérmela hasta dentro, sin embargo ese cóctel me hizo perder aún más el control, muy despacio me la metí todo lo dentro que pude, comencé a mover mi cabeza en un vaivén que hizo que Marko se encorvara y me sujetara con las dos manos. Su polla tocó mi garganta y tuve una arcada, la sacó rápidamente, pero me lancé sobre ella de nuevo, mi mano derecha arriba y abajo, mientras mi boca buscaba los huevos con la lengua.
    
    No recuerdo cuanto rato duró aquello, ...
    ... sólo recuerdo que los otros dos, con sus aparatos en las manos, estaban dispuestos a entrar en acción.
    
    Marko se tumbó en la cama y con una agilidad increíble me cogió en volandas para ponerme encima de él. Estaba tan húmeda que su polla entró de una sola vez, me eché un poco hacia atrás agarrando con mis manos sus rodillas y comencé a cabalgar sobre él. El rubio, se acercó hacia mí, mirando con ansia las tetas que iban y venía en un baile cada vez más loco, empezó a chupármelas y manosearlas, hasta que colocando su polla frente a mi cara, me dijo ¿no me la vas a chupar como a Marko?.
    
    Era más gorda, no tan larga, pero casi me costaba abrir la boca para metérmela dentro. Los gemidos del hombre no se hicieron esperar, mientras yo chorreaba gritando de placer encima de la tripa de Marko, el rubio se corrió dentro de mi boca. Parte de su leche, caliente, dulzona, resbaló por mi cuello y mis tetas, pero gran parte fue a parar al fondo de mi garganta.
    
    El de abajo había parado un poco mientras tanto. En cuanto me pude recuperar un poco y terminé de tragar, le dije, ¿qué pasa, por qué te paras? ¡¡fóllame, fóllame, fóllame, joder, quiero que me folléis como a una perra. Soy vuestra puta, hacedme lo que queráis!! Enseguida continuó su movimiento debajo de mí, a la vez que unas manos cogían mis tetas desde mi espalda, acariciándolas con mucho cuidado. El pecho de mi nuevo amigo me empujó hacia delante, quedé tumbada encima de Marko, que al sentir mis pezones en su piel, gimió ...
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