1. Doña Rocío, la sirvienta. Segunda parte


    Fecha: 11/01/2021, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Masturbación Autor: Sensual1972, Fuente: xHamster

    ... verme con esa cara de placer suplicarle.- Javier, pero qué van a pensar tus padres si se enteran que te he tocado para darte placer. Además soy una mujer casada, y nunca he hecho esto que me pides.- Perdón, doña Rocío, me dejé llevar por la situación.- Y rápidamente me tape mis partes, rojo de la vergüenza.- No hay nada que perdona, supongo que no eres de piedra, y los hombres sois muy fogosos.- De verdad, que lo siento mucho. Me siento fatal. No era mi intención ofenderla. No digas nada a mis padres.- Pero qué quieres que diga. Si no has hecho nada malo. Solo que comprende que soy una mujer mayor y no estoy acostumbrada a estas cosas. Tranquilo, que ni se me ocurre contar nada de esto.- Muchas gracias. Deje, que ya me acabo de aclarar yo, me muero de vergüenza.- Mira, y no seas tonto. No quiero que estés mal conmigo por esta tontería. Deja, y acabo de aclararte yo.Agarró la esponja, la metió bajo el grifo, y apartó con su otra mano mis manos que cubrían mi miembro, ya no tan duro, pero todavía sin haber bajado de tamaño del todo.- De verdad, doña Rocío, que me siento fatal por lo sucedido, y no quiero que piense que me quería aprovechar de usted.- No te preocupes, Javier. Eres buen chico, y perdóname a mí, que quizás en estas cosas soy un poco tonta y estoy un poco chapada a la antigua, pero eres un sol de muchacho.Agarró mi miembro para aclarar mi bello púbico de restos de espuma que aún tenía, y fue inevitable que se me volviera a poner como una piedra.- Lo siento, ...
    ... Rocío. Es que no puedo evitar que se me ponga así de dura.- Calla, y no digas nada, muchacho.Cogió la esponja, y comenzó a frotarme la polla suavemente hasta quitarle todo el jabón. Sin soltar mi miembro, cogió la toalla, y suavemente secó mi vello púbico y mis testículos, y metió la mano con la toalla para secar mi raja del culo. Fue tocar mi ano para secar, y mi polla pegó un respingo de placer, y solté un gemido. Doña Rocío, se sorprendió de mi reacción, pero no soltó mi miembro. Yo seguía expectante, ya que ella me agarraba, pero tampoco hacía nada. Se quedó mirándola con ella en su mano, y mi mástil duro como una piedra.- Me tiene muy caliente, doña Rocío. Y estoy deseando que me haga algo, pero no quiero ofenderla.- No me ofendes, muchacho. ¿Pero hoy no te veo explotar como ayer?- Mueve la mano de arriba hacia abajo sin soltarla, por favor.Ella comenzó el movimiento torpemente, pero a mí me pareció maravilloso. En aquel instante estaba en la gloria. Como me había corrido, estaba aguantando, y no quería correrme tan rápido, y seguir disfrutando.- Perdona, se me cansa la mano, espera que cambio.Agarró con la mano derecha, arrodillándose y apoyando su pecho sobre mi pierna. Era maravilloso sentir su carne sobre mí. Ya no podía aguantar más, y de pronto mi polla comenzó a latir con fuerza, y escupir semen hacia todos los lados por el meneo que me estaba dando. Los ojos de doña Rocío se abrieron al verme explotar, y siguió pajeando al mismo ritmo.- Pare, por favor, me duele.- Lo ...