1. Doña Rocío, la sirvienta. Segunda parte


    Fecha: 11/01/2021, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Masturbación Autor: Sensual1972, Fuente: xHamster

    El resto de la mañana apenas hablamos. Yo me sentía fatal por la situación vivida, pero por otro lado era inevitable fantasear. Recuerdo que aquella toda la mañana dándole vueltas a la cabeza, y fui incapaz de concentrarme para estudiar.Al día siguiente doña Rocío subió a ver si estaba despierto, para subirme el desayuno. Llevaba más de una hora despierto leyendo, y yo solo había conseguido ir al baño para hacer pis con ayuda de mi silla de ruedas, y, de paso, me había hecho una paja para ver si no me volvía a pasar la situación tan vergonzosa del día anterior, aunque también pensaba que doña Rocío tendría más cuidado y no me ayudaría a lavarme en ciertas partes.- Buenos días, Javier. ¿Llevas mucho levantado?- Buenos días, Rocío. Ya llevo una hora leyendo.- Te acerco al baño si lo necesitas.- No te preocupes, ya fui esta mañana con la silla, no aguantaba más.- Pues ven, que te ayudo a sentarte junto a tu mesa, y te subo el desayuno.Con mucho cuidado se acerco, me abrazo agarrándome por las axilas para incorporarme sobre la pierna buena, y pude sentir su calor. Reconozco que era un placer poder tener la excusa para abrazarla.Acabé de desayunar, y ella andaba limpiando por la planta de arriba, así que vino a ayudarme al sentir que salía al pasillo.- Vamos, que te acerco al baño para que te laves los dientes.- Si no le importa, me acerca también la maquinilla eléctrica y ese espejo, que voy a afeitarme.Mientras tanto sentí como entraba al cuarto, y retiraba la bandeja desayuno. ...
    ... Y volvía a subir para seguir con la limpieza de la planta superior.Acabé de afeitarme, y necesitaba algo de loción, pero la tenía en la balda superior, así que avisé a doña Rocío.- Rocío, ¿me puedes alcanzar la crema hidratante para la barba?- Sí, hijo. Ya voy.Según entró, la veo que vuelve a aparecer con mi ropa de estar en casa, y muda de calzoncillos. Para mí fue una esperanza que la situación del día anterior no la había alejado de mí, y aunque doña Rocío me excitaba mucho, tenía miedo a que algo así la hubiera hecho tomar precauciones conmigo. En el fondo era la mujer que más cerca tenía, con la que había sentido despertar mi sexualidad, y mi inexperiencia me hacía ser muy prudente y temeroso de hacer algo incorrecto.- Antes de que te eches la crema, voy a asearte, y a ver como puedo lavarte ese pelo, que lo tienes indecente.Me desnudó de cintura para arriba, y por suerte el baño era muy grande y tenía una banqueta larga, con lo cual yo me senté, tumbé la espalda, de manera que la cabeza quedó sobre la bañera, y así pudo lavarme el pelo. Todavía recuerdo la sensación maravillosa de sus dedos masajeando mi pelo. Luego me lo aclaró con mucho cuidado de no salpicar fuera, y poniendo una toalla bajo mi cabeza, me ayudó a incorporarme.- No te muevas del banco, Javier, que aquí te lavo mejor y tengo el grifo de la ducha al lado, pero ven, que te quito toda la ropa, y así no te mojo el pantalón del pijama. Échate hacia atrás, que te ayudo a quitarte el pantalón.Por un momento ...
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