1. Cita a ciegas con sorpresa


    Fecha: 11/01/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me gusta masturbarme, y por tanto me gusta el cibersexo. Tengo una buena webcam y cuando consigo conocer a un hombre que me gusta, chateamos juntos para masturbarnos a la vez. Nunca había pasado de ahí, hasta que conocí a Orlando. Él era especial, conseguía excitarme enormemente y era ver que se conectaba al messenger y me mojaba inmediatamente. Juntos habíamos fantaseado muchas cosas, e incluso habíamos añadido el teléfono para oir nuestras excitadas voces. El siguiente paso natural fue vernos en persona, así que lo organizamos todo para una cita. Orlando viajó a mi ciudad y se alojó en un hotel muy cutre y viejo. Me pidió que llegara yo antes que él a la habitación, recogiera la llave y le esperara allí. Me desnudé, me puse perfume y un camisón de raso que dejaba adivinar mi cuerpo debajo. Le esperé excitada, llegaba tarde.
    
    Mi elegante camisón desentonaba en aquel cuchitril, pero eso me calentaba todavía más. Por fín oí pasos en el pasillo y tocaron a la puerta.
    
    La abrí y me llevé un gran susto, porque me encontré con una pareja de policías y no supe cómo reaccionar. Entraron, cerrando la puerta tras de sí mientras yo retrocedía, y al fin me dí cuenta de que uno de los dos era Orlando. Sin mediar palabra, Orlando se puso detrás de mí y con sus esposas engrilletó mis manos a la espalda.
    
    Pero ¿qué haces, de qué va esto? le pregunté
    
    Acompañó una gran carcajada con un bofetón que me tiró sobre la cama.
    
    Vamos a follarte, puta, ¿nos has venido a eso? y no paraba ...
    ... de reirse
    
    Su compañero, al que se refirió como Fran, se acercó a mí y me rompió el camisón de seda, dejandome desnuda sobre la cama.
    
    Orlando me cogió del brazo y me levantó, y con una suavidad que me sorprendió, comenzó a lamerme el cuello, bajando por las tetas hasta los pezones, donde se entretuvo jugando con la lengua. Debo reconocer que me gustó, me excitó como me lamía, y me excitó ver a Fran quitándose los pantalones pero dejandose la camisa del uniforme puesta. Se quitó también la ropa interior y dejó asomar una enorme verga erecta. Orlando, mientras tanto, había bajado hasta mi vientre mientras me agarraba del culo, y entonces me empujó boca arriba sobre la cama. Como estaba esposada, no podía moverme, así que me movió hasta que mi cabeza quedó al borde de la cama, y me empujó aún más para que mi cabeza cayera hacia atrás. Con mi vista al revés, vi venir la polla de Fran hacia mi boca. Me dió golpes con ella en la cara, y pasó el capullo por los labios. Me ordenó que abriera la boca, que sacara la lengua y la moviera, y él puso su capullo para que le lamiera.
    
    Mientras tanto, Orlando se había quitado también los pantalones y la ropa interior, se subía a la cama y separaba mis piernas. Noté como metía sus dedos en mi coñito, mientras yo seguía lamiendo la polla de Fran. De repente, Fran me la metió en la boca, en esa postura su verga llegaba hasta mi garganta. Movía su culo para follarme la boca, y estaba tan agobiada por no ahogarme que no me di cuenta de que ...
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