1. Kinki


    Fecha: 10/01/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... inconscientemente.
    
    Ahora no le miro asustada. Agarro su polla con mano firme y empiezo a lamer disfrutando de su sabor, cubriéndola de saliva. Me la meto en la boca, la vuelvo a sacar, juego con ella.
    
    Me mira, mira al techo, resopla. La tiene a punto de reventar.
    
    Me agarra del pelo y me la mete en la boca. Comienza a empujar con su cadera hacia arriba, apenas dándome tiempo a respirar, atrapada entre su mano y su polla. Me encanta lo agresivo que se pone cuando está cachondo. Me folla la boca, a fondo, y yo no puedo hacer más que abrirme a ella y llenarla de saliva. Cuando me suelta la cabeza, me quedo boqueando, pero antes de que me dé cuenta me arrastra al borde de la cama, donde quedo de rodillas. Él frente a mí, de pie. Se agarra la polla y la pasea por mi cara, golpeándome en los labios. Rápidamente saco la lengua para que dirija esos golpecitos a ella. Baja dirección a mis pechos. La frota contra mi canalillo. Entiendo.
    
    Me agarro las tetas y las junto, haciendo presión sobre su polla, que está entre ellas. Las muevo arriba y abajo, ...
    ... inclino la cabeza y, cada vez que la punta de su polla asoma entre mis pechos, la atrapo entre mis labios y succiono. Él solo tiene que mover su cadera a mi ritmo. Moverla y disfrutar.
    
    Bruscamente, me da la vuelta y me empuja, dejándome a cuatro patas sobre la cama, con mi culo a su disposición. Lo azota, haciéndome soltar un pequeño grito de sorpresa. Mi clítoris palpita y yo jadeo, más que excitada, deseando sentirla dentro.
    
    No se hace de rogar, acerca rápidamente su polla a la entrada de mi coño y me la mete de una. Me agarra los hombros y me embiste con fuerza, en golpes secos y profundos. Aumenta el ritmo, sus manos agarrando mis nalgas, manoseándolas, azotándolas, mientras yo grito de placer y le digo que por favor no pare, que me dé más fuerte. Se inclina sobre mí, sus manos en mis tetas, y siento todo su cuerpo caliente sobre mi espalda. Me siento chorrear mientras él me folla hasta el fondo, sin condón, a un ritmo frenético, y jadea en mi oído.
    
    - Aah… Aaaah… Joder… - Noto el calor de su corrida llenándome y su peso caer sobre mí, extasiado. 
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