1. Ana de visita en la clínica


    Fecha: 09/01/2021, Categorías: Anal Sexo Interracial Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... Ana se ahogara con semejante pedazo de carne enterrado en su boca…Los dos negros terminaron de desnudarse y luego desnudaron a Ana. Le quitaron su diminuta tanga roja, que arrojaron sobre mi cama. Trabaron la puerta para que nadie los interrumpiera en la faena de cogerse a mi mujer.Le metían los dedos al mismo tiempo por la concha, que ya tenía chorreando a mares. De pronto Ana les preguntó quién sería el primero…Orlando aclaró que él sería el primero en cogerla, pero necesitaba ayuda. Entonces los otros dos alzaron a Ana sobre la cama y la pusieron a horcajadas sobre el vientre de ese sucio negro. Mi esposa se fue empalando de a poco sobre esa dura verga erecta. Al principio pareció costarle un poco, pero luego, con la lubricación que tenía su vagina, se deslizó con más facilidad… hasta el fondo…Entonces yo me moví, amagando llamar a la enfermera; pero los dos negros se abalanzaron sobre mí y me arrebataron el mando remoto.Me taparon la boca para que no pudiera gritar y me obligaron a ver cómo Orlando hacía balancear a mi esposa sobre su tiesa y enorme verga…Ana al verme despierto comenzó a llorar por vergüenza; pero no por ello dejó de moverse de manera frenética sobre esa verga negra.“Lo siento amor, no pude evitarlo, no mires por favor… te pido perdón…”Orlando me miró riéndose a carcajadas:“Te lo dije, cornudo, ahora vas a ver cómo me cojo a tu mujercita…”Entonces el hijo de puta comenzó a empujar cada vez más adentro, aferrando a Anita por las caderas y haciéndola ...
    ... caer sobre su verga con toda la potencia posible. Ella gemía y lloraba, pero a pesar de su expresión de dolor, parecía estar disfrutándolo mucho.Orlando volvió a mirarme, para decirme entre gruñidos de placer:“Qué concha tan apretada y caliente tiene la puta de tu mujercita…”Luego sus movimientos se convirtieron en furiosas embestidas hasta que ese negro empezó a gritar que iba a acabar dentro del cuerpo de mi esposa. Pude ver que apretaba los dientes y miraba hacia el techo, cerrando los ojos mientras gruñía y bufaba como un toro salvaje.Casi enseguida Ana también comenzó a aullar, sintiendo seguramente ese semen caliente a chorros que la invadía. Acabó ella también y luego quedó tendida sobre el torso del negro, totalmente vencida y entregada.Sin darle tiempo a recuperarse, uno de los negros jóvenes la bajó de la cama y la hizo poner en cuatro sobre el suelo; mientras su amigo me sostenía con firmeza para que yo no pudiera intervenir.Cuando la pija del chico estuvo lista, se la metió a Ana desde atrás, haciéndola gritar de dolor, porque, evidentemente, esa verga negra era todavía más gruesa que la de Orlando.Estuvieron así durante casi diez minutos hasta que el chico negro por fin estalló dentro de la castigada concha de mi delicada mujercita. Su otro amigo se sentó en el borde de la cama y llamó a Anita para que se acercara. Por fin había llegado su turno.Tomó firmemente su erecta verga que apuntaba hacia arriba y ordenó a Ana que se quedara de pie, dándole la espalda a él. ...