1. Masoca y/o sado


    Fecha: 08/01/2021, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... se destacaba del cuadro. Le indicó a Andrés que llevara la cuenta de los azotes y dijera “quiero más”, luego blandió una zapatilla, se la hizo besar y comenzó a castigarlo.
    
    Ana María empezó a azotar en forma no muy fuerte el cuerpo del pene, se escuchaba un chasquido firme, seguido de la cuenta de Andrés, quien parecía disfrutar mucho. Cuando la cuenta llego a veinte golpes, el sonido del chasquido aumento, estaba azotando con más fuerza, siempre el cuerpo del pene. Andrés continuaba la cuenta y gozaba; los golpes iban a la parte superior del tronco de la pija y también a la cara inferior; en el golpe cuarenta Andrés comenzó a sentir un ardor en la zona; cuando se escucho –cincuenta quiero mas-, Ana María dijo: Que goces y lo disfrutes mi amor y el próximo azote explotó sobre el glande; Andrés gruñó –cincuenta y uno quiero mas -, la punta de cuero de la zapatilla restalló sobre el glande; a veces los golpes eran de lleno y otras solamente la puntera restallaba sobre la piel. Los azotes siguieron cayendo sobre el glande, Ana María sabía donde castigar; la lazada alrededor de la corona del glande se ajustaba más a causa de los golpes. El glande siguió recibiendo su atención especial hasta que la cuenta dijo – cien finalizó la tanda -. Amor mío, has gozado, te ha gustado el castigo? Creo que me siento bien haciéndolo y que puedo mejorarlo. Si contesto Andrés, he disfrutado cada golpe, pero si lo puedes mejorar hazlo. Bueno dijo Ana María, en la tanda siguiente me empleare a ...
    ... fondo, mi zapatilla será la antorcha que encienda tu pene, hare que sea realmente inolvidable y siempre la recuerdes.
    
    Ana María desató el extremo del tiento del caballete, lo acercó y apoyo el pene sobre la tabla de forma que quedara firmemente reclinado en su lecho de madera; luego tenso el tiento y lo aseguro en el caballete; luego dirigiéndose a Andrés le dijo: Ahora empieza el castigo fuerte; ya que hoy es una sesión especial, me dirás cuantos azotes quieres recibir; te recuerdo que no habrá clemencia hasta completar la cantidad que elijas. Andrés respondió gritando: Quiero recibir 100 golpes fuertes de zapatilla y que despellejes mi pija. Ana María cambio la zapatilla por otra menos flexible, a fin de obtener golpes más contundentes, la acercó para que Andrés la besara.
    
    Comenzamos dijo Ana María y revoleando su brazo descargo la zapatilla con fuerza sobre el cuerpo del pene; se escuchó un sordo chasquido, Andrés se retorció y dijo – uno quiero mas -; esta vez la suela restalló sobre el glande, se escuchó un quejido de dolor –dos quiero mas -; a medida que el castigo avanzaba, los quejidos de Andrés se convirtieron en gritos de dolor y de placer. Ana María lo azotaba con fuerza y crueldad, se ensañaba con el glande, golpeándolo varias veces seguidas. Te agrada Andrés? Sientes los golpes más fuertes y el cambio de zapatilla? Si respondió estoy gozando a pleno. El ritmo del suplicio lo marcaba Andrés, pues llevaba el conteo, pero la fuerza era el brazo de Ana María, ...
«1234...11»