1. La colegiala que deseaba chingarse a su profesor


    Fecha: 05/01/2021, Categorías: Fetichismo Tabú Hardcore, Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... hablaba con Jenny en su cubículo de orientación.—Mira, no te preocupes que para todo hay solución. De hecho, yo te puedo ayudar. Soy padre de una niña de seis años y... bueno, la verdad me es difícil atenderla en todo momento. Qué te parece si me ayudas a cuidarla y yo te pago por tu servicio. Así ambos nos ayudamos.A la semana siguiente, Jenny acudió a casa del Profesor Fernando por primera vez; pues, después de todo iba a necesitar el dinero. Una vez le abrió la puerta de su hogar, el lugar le pareció elegante y ordenado, muy distinto a su propia casa, o cualquiera en el que antes hubiese estado. Para ella aquello era lujoso.Incluso el aire era agradable. Después de presentarla con su hija, el profesor le dio el cargo de llevarla a su colegio, haciéndose Jenny responsable de la pequeña “Semilla”, como cariñosamente le decía su padre.Con el tiempo, Semi y Jenny congeniaron bien. A diferencia de su padre, Jenny la complacía en numerosos caprichos: Compraban golosinas sin empacho, e iban a la plaza comercial, donde pasaban la mayor parte del tiempo. Parecían hermanitas.Como no faltaba el chico en plan de conquista, que se le acercara a la Jenny mientras se paseaba con la Semi, en las plazas comerciales, la primera le sacaba provecho a la situación haciendo que el galán les comparara algo, tanto a ella como a la niña.La Jenny compartía esas experiencias con su amiga Lety—...tú crees, hasta al cine nos invitó —terminaba de decir Jenny.—Pues ahí está.—Ahí está qué —replicó la ...
    ... otra.—La solución a tu asunto. Chíngate a cualquiera de esos güeyes que coquetean contigo y luego le dices que te quedaste embarazada —dijo enfáticamente Lety.—Y echarle el paquete a cualquiera, así como así... como que no... —dijo Jenny, como reflexionándolo en voz alta.—Pues sí, ensártaselo a otro y ya.Jenny la miró.—No, cómo crees —dijo.—Es mejor que nada —enfatizó Lety—. Piénsalo: le das un padre a tu hijo; te quitas de preocupaciones... hasta él te mantiene. Dices que te han llegado güeyes de baro, ¿no?Jenny lo estaba evaluando. Tomando muy en serio las palabras de su amiga.A la siguiente ocasión que llevó a la hija del profesor a la plaza comercial, Jenny coqueteó más de lo habitual. No tardó en caer uno en el anzuelo. Para su buena suerte se veía fresón y de buena apariencia. Por supuesto que la Jenny aceptó darle su número de celular.No mucho después, aquel hijo de papi ya les metía mano a esos muslos de jovencilla en edad de merecer. Aquél se sentía el más afortunado sin tener idea de las verdaderas intenciones de la muchacha.—Tu piel es muy suave —aquél decía, y la Jenny se dejaba hacer.Luego, la propia chica llevó la mano de él a explorar su velludo sexo.El dedo medio del niñato se regodeó con la humedad de la joven hendidura dispuesta. Como la Jenny hizo valer su experiencia, supo encauzar la situación.—Ay, estás pero si bien vergudo —exclamó Jenny, como si aquel miembro en verdad le impresionara.Al tomarlo entre sus dedos, la Jenny lo acarició y dominó a la vez. El ...