1. ¡A los pies de mi hermana... y más...!


    Fecha: 04/01/2021, Categorías: Masturbación Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos

    Sólo dos años mayor ella que yo, pero infinitamente superior a mí en absolutamente todo, mi hermosísima hermana, abusadora, vivía acosándome de las más insólitas maneras, martirizándome día y noche, con la complicidad, todavía, de mamá, que reía viendo cómo me tenía y disfrutando de mis rabietas impotentes ante mis miedos atroces, a sufrir sus represalias ante la más mínima resistencia mía, ya que la superioridad en fuerza física de mi exuberantísima hermana y sus maneras de abusar con mi cuerpo mucho más débil, me hacían absolutamente vulnerable y temía yo sus castigos, que mamá celebraba con sonoras carcajadas siempre.
    
    Mamá, una hermosísima mujer joven, me tenía enamorado de ella, aunque mi rabia por verla tan partidaria de mi hermana y cómplice de ella en sus abusos hacia mí, me tenían en un estado de impotencia y rabia que no podía ni evitar ni escapar.
    
    Pronto, mi hermosa hermana también comenzó a buscar excitarme sexualmente, incitándome con cosas psicológicamente inteligentes, que iban también encerrándome en ese caliente corral donde me iba encerrando, y yo desesperado en no querer en eso también caer, iba como enloqueciendo sabiéndome cada vez más dominado por ella.
    
    Comencé a mirarla con excitaciones y deseos que no podía evitar ni disimular, y mi hermana reía y mamá... ¡también!
    
    Continuamente me decían indirectas que yo trataba de desentender haciéndome el desentendido, entre el reír hasta a carcajadas de ellas.
    
    Cierto día que mi hermana había llegado ...
    ... del gimnasio y se había quitado sus sudadas medias ahí a mi lado, mientras yo miraba la tele sentado en mi sofá, mamá, que estaba también ahí, al haber quedado las medias sudadas de mi hermana sobre la mesita, las agarra y me las refriega por la cara sin sacarlas, y yo comienzo a reír sintiendo un invasivo placer, monstruosamente intenso, al sentir ese olor a pata de mi hermana y la empapada sudoración de aquellas medias sobre mi cara.
    
    Nada absolutamente hago por evitar aquello, dejando que mamá continuara colocando las medias sudadas y olorosas de mi hermana sobre mi cara. Mamá, reía sin sacarlas... y acomodándolas de manera tal que las puntas de las mismas quedasen juntas, me ordena abrir la boca, y me las mete adentro ordenándome:
    
    -"Chupá!"
    
    Y yo... comienzo a chupar las medias sudadas de mi hermana. Mamá... reía. Mi hermana, en el baño duchándose, estaba ajena a lo que allí estaba pasando. Un buen rato mamá me hizo chuparle las medias a mi hermana, hasta que se cansó de eso hacerme, y riéndose las dejó nuevamente sobre la mesita, alzando los brazos victoriosa mientras reía a carcajadas. Yo... me mordía los labios sonriendo resignado, mientras el gustito saladito del sudor de los pies de mi hermana estaba ya instalado en mi boca y paladar.
    
    Mamá me miraba y me sacaba la lengua haciéndome morisquetitas, y yo sonreía como avergonzado... mi hermana, salía del baño vistiendo una amplia remera y una tanga, acercándose a la sala y sentándose en uno de los sofá mientras ...
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