Incesto, el pecado más placentero del mundo (El final) - Relatos Eróticos

Incesto, el pecado más placentero del mundo (El final)

Mi último relato, aquí acaba la historia y será el final de mis relatos de como logré hacer incesto con mi madre, así es, logré tener relaciones con mi madre, en este tercer relato contaré como logré penetrarla analmente por primera vez en su vida.

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Mi nombre Vicente Ceballos, 19 años y mi madre ya tenía 43 los que han seguido mis relatos ya sabrán cómo va todo, a los nuevos les invito a que vean mis demás historias para que sepan cómo cumplí mi mayor fantasía.

Mi plan para poder coger a mi madre analmente estaba en pie, ella no quería y estaba claro que no me dejaría y sería un suicidio hacerlo ya que podría arruinar todo lo que habría logrado, muchos días pasaron y obvio yo seguía teniendo sexo con ella como locos, pero yo necesita poder romper ese culo tan precioso digno de alguna Diosa.

No sabía cómo así que en mi mente paso pedirle eso de regalo de cumpleaños porque sabía que mi cumple se acercaba y ella me iba a dar un regalo muy especial... Yo estaba caliente, bueno siempre lo estaba, llegaba de clases y la tocaba a mí madre tal vez no tener sexo pero si la tocaba mi vida era fabulosa, pero al no poder cumplir mi fantasía si me intrigaba un poco, faltaba 1 semana para mi cumple y mi madre me preguntó, "¿Vicent que vas a querer de regalo?" Yo sabía que aunque yo me la cogía cuando quisiera la tenía que respetar ella era mi madre, así que le comenté, "No se mami, ¿Que tienes pensado?" Ella sonrió se dio la media vuelta y se fue, moviendo de manera muy ...

... exagerado se hermoso culo.

En mi mente pensé, creo que ya sabe lo que quiero, faltaban pocos días y mi madre me seguía insinuando algo pero nunca me decía nada, yo le preguntaba pero ella no decía nada, después de tener sexo dormíamos juntos y le preguntaba y solo me daba la espalda yo me moría viendo ese precioso culo, cabe mencionar que cuando dormíamos lo hacíamos desnudos y más de una ocasión me dormí besando, mordiendo y lamiendo ese hermoso culo, tenía unas nalgas preciosas eran muy lindas y duras y siempre tenía un bello olor a rosas, era muy celoso cuando mi madre salía porque todos se la comían con la mirada hasta cuándo iba a la iglesia, los mismos padres se le insinuaban, ella al ser muy inocente no se daba cuenta, y ni decir en el gym, todos querían verla, me enojaba, pero me daba morbo y me sentía feliz porque nadie sabía que todo eso era mío, en fin, llegó el gran día, mi cumpleaños, antes, en la noche no tuvimos sexo porque estábamos cansados, así que dormimos desnudos y era domingo, así que me iba a despertar tarde, quedé inconsciente me dormí, y el mismo día de mi cumpleaños mi preciosa madre me despertó con una mamada o por Dios fue la mejor de mi vida, créanme su boca lamia mi verga a más no poder yo desperté y sentía que estaba en el cielo, no podía ni mirarla a los ojos de lo rico que se sentía, sólo se escuchaba como mi verga entraba y salía de su boca y mis quejidos de placer hasta que ella paro y me dijo, "felices 19 años hijo mío, soy tu puta siempre ...