1. Crónicas del hombre más feliz del mundo


    Fecha: 31/12/2020, Categorías: Erotismo y Amor Autor: lucas1272, Fuente: CuentoRelatos

    Jueves en la mañana, me levanté, cepillé los dientes como de costumbre, desayuné el mismo cereal de siempre, me puse el uniforme del cole y me alisté para irme.
    
    Es lo último que recuerdo de mi anterior vida; alegre, triste y normal vida.
    
    Escribo esto puesto a que estoy a punto de pagar la absurda condena por la vida más feliz que un hombre pueda tener.
    
    Ese mismo jueves al salir de la casa con dirección al cole, después de haber caminado 20 metros, un carro me golpeó, desperté en una silla con ganchos en las manos, pies y un enorme dolor de cabeza. Frente mío estaba un anciano calvo, con ropas mugrosas y manchada de sangre, solo me dijo; perdón por arrollarte, pero después me lo agradecerás, verde enciendes y rojo apagas; acto seguido se acercó y me golpeo con su bastón, dormí quien sabe cuánto. Desperté en mi cama desnudo con una pulsera muy peculiar, tenía dos botones, verde y rojo. Sin saber si había sido un sueño me levante para verme al espejo y la cicatriz en mi cabeza me afirmo que no lo era. No había forma de quitarme la pulsera, intente presionando el botón rojo varias veces pero era inútil, probé con el verde, desapareció y con ella todo mi cuerpo. En el espejo solo se podía ver un cuadro barato de un payaso, el cual estaba detrás de mí, detrás de mi carne, pero no podía creerlo así que asustado solo presione el botón rojo para volver a ver esa cabeza cicatrizada, fui a sentarme en mi cama y meditar. Después de 20 minutos, fui a la cocina comí el mismo ...
    ... cereal de siempre, presione el botón verde y Salí. Mi nueva vida acababa de comenzar.
    
    Era difícil al principio, sentía que todos me veían aunque no fuera así, el viento era frio, pero sabía cuál era mi destino; la casa de mi tía.
    
    Verónica, tez blanca, pelo negro, no muchas tetas pero con un culo carnoso. Desde las memorias de mis hormonas recuerdo que me encantaba visitarla por una sola razón, me masturbaba con sus pantaletas que dejaba en el baño, siempre lo hacía, otras veces con más suerte podía tomar las pantaletas de su hija Areli que estaba en la misma edad que yo en ese tiempo, olían tan rico. Deje de ir porque un día al hacer lo mismo no pude aguantar más, me las lleve a la boca, después por toda la cara hasta acabar en mi pene, fue tan rápido que no alcance a quitarlas, no quería, las manche de semen no sabía que hacer así que las enjuague pero el semen se pegó aún más, asustado, las tire al inodoro, pero lo tapo. Corrí y nunca más volví aunque creo que mi tía nunca le dijo a mi madre. Y hoy después de tanto puedo volver.
    
    Entre por la puerta de atrás, caminé hacia la sala donde se encuentra mi tía, con un vestido de niña que dejaba ver su figura, parecía una señorita apenas, su cuerpo de niña pero con su tremendo culazo, y mi prima al lado de ella estaba al parecer por ir a su clase de gimnasia, vestía con blusa y licra, vaya que había crecido, tenía unas tetas que me provocaban hacerles un hoyo y cogérmelas, su culo no era tan bueno como el de mi tía, pero ...
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