1. El despertar del mal.


    Fecha: 29/12/2020, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... grises;
    
    Al mirarla no pudo pronunciar negativa alguna y su lengua por un instante se rompió, tampoco era que hubiese tenido tanto tiempo para discutir o convencerla, pues temía que alertase a sus perseguidores de su presencia, que por cada instante se escuchaban más cerca. Y antes de que el pudiese objetar protesta alguna o advertir del peligro que implicaría huir con él, ella ya hacía esfuerzos por aferrarse y subirse al lomo de la bestia, no tuvo otra alternativa que cubrirla con su manto y llevársela con él.
    
    Y no fue más que el repentino estruendo, lo desgarradores bramidos de dolor, clamores que desde la distancia resonaban en la inmensa oscuridad del bosque, similares a los bufidos de una bestia feroz. Y sus pupilas dilataron, un escalofrío recorrió entonces su espalda, un estremecimiento se apoderó de todo su ser, enmudeciendo por un segundo sus labios. Llevó entonces una mano a su pecho, prolongando su respiración, pues había reconocido dichas voces, más al voltear sus ojos nada vieron y sus oídos zumbaron, sintió de esa forma como la pequeña le apretaba con más fuerza y ocultaba su rostro en su espalda. Bajó un momento la cabeza en señal de duelo, más su marcha aceleró. No hubiese dudado en dar la vuelta y desenfundar su espada para regresar en su ayuda, sin embargo ahora no iba solo, una niña lo acompañaban y su vida ya no era la única a resguardar, siguiendo así el consejo de su protector.
    
    ―No miréis atrás, pase lo que pase no miréis atrás...-repetía para ...
    ... sí mismo en un susurro.
    
    Momentos antes, mientras Rägvanald emprendía huida y empezaba a adentrarse en lo profundo del bosque, dos fuerzas chocaban entre sí en la profundidad de los prolongados callejones aledaños a las afueras del poblado;
    
    ―¡A él no tocaréis, vos y yo aún tenemos asuntos pendientes!
    
    ―¡Oh, vaya! – Habló por fin el demonio ―Pero que conveniente, veo que finalmente estamos solos..- había retrocedido un par de pasos ante la amenaza de su perseguidor.
    
    ―Así es - respondió Dark, de la misma forma en que lentamente avanza hacia él, apretando con cuerda el mango de su espada ―Realmente estaba impaciente porque llegara este momento. -a pesar de su imponente presencia y la aspereza de su voz, este hablaba con una aterradora calma y suma tranquilidad, era una tan singular y mueca torcida semejante a una sonrisa lo que había sido entonces dibujada en sus toscas facciones.
    
    ―Creo que lo noto. – contestó Asmos, y los labios torció con ligereza ―Llevar a una dama a mitad de la noche a los más recónditos y obscuros callejones para poder dar rienda a vuestras más bajas y aberrantes pasiones -hizo entonces una pausa ―Debo admitirlo, en verdad me habéis... - decía a modo de mofa entre aquellas nerviosas y melodiosas risillas, regalando a su enemigo aquella pícara, pero engañosa sonrisa.
    
    ― Si tanto os place la idea de vuestra cabeza dejando vuestro estúpido cuerpo y este sea atravesado por mi espada, mientras este se retuerce - una risa seca fue emitida entonces ...
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