Bitácora Sexual: Mi primera vez (1) - Relatos Eróticos

Bitácora Sexual: Mi primera vez (1)

Desde pequeño siempre he tenido atracción hacia los hombres, recuerdo el sentir por mis compañeros y el enamoramiento que dicen que se siente por el maestro favorito, sin embargo, yo se que lo mío jamás fue enamoramiento si no un fuerte impulso sexual, yo me sentía caliente de imaginar a mi profesor sin camisa, con sus brazos enormes y bien trabajados, su camisa desabotonada con pelo en pecho, sonrisa perfecta y cabello sedoso, muy al estilo de los 90`s; como se imaginan, si un niño de 11 años tenía ese tipo de pensamientos, no tardé mucho antes de buscar acercamientos con otros hombres. Cuando cumplí 12 me cambie de colegio y jamás volví a ver a mi maestro, pero otra cosa que extrañaba de mi antigua escuela era a mi primo, apenas 6 meses menor que yo, su nombre es Santiago, él es de tez blanca, ojos café muy claro y labios carnosos, siempre hacíamos todo juntos por lo que la separación nos dolió, así que nunca desaprovechamos unas vacaciones o algún fin de semana para poder pasar la noche en la casa del otro. Lo interesante sucedió cuando teníamos 14 años, si bien a esa edad aun tenemos un cuerpo inmaduro la verga se nos para y funciona muy bien, algunas veces yo solía masturbarme y ver como escurrían chorros de leche, recuerdo que la primera vez que me pasó eso me asusté mucho, pero era tan placentero que no podía dejar de hacerlo. En esa época mi papá me compró una computadora y le dio acceso a internet, para los que recuerdan, tener internet en casa a finales de los 90's ...

... era poco común y tener internet en mi computadora ¡Wow!, era lo mejor que le podía pasar a un puberto calenturiento, me pasaba horas buscando fotografías y videos, entrando a salas de chat (de las que después les contaré) y descubriendo infinidad de portales a los que para entonces no imaginaba que podría acceder. Un fin de semana que sabía que mi primo vendría a dormir a mi casa prepare algunas fotos impresas de hombres y mujeres desnudos, para entonces cualquier cosa que tuviera que ver con sexo me llamaba la atención, y las puse en mi cuarto bajo una almohada, ese fue mi anzuelo para lograr mi objetivo. Era tarde y mi mamá nos había dado permiso de desvelarnos pero sin hacer escándalo, prendí la radio no muy alto para que no nos regañaran pero lo suficiente para disimular lo que en realidad iba a suceder ahí, fue entonces que comencé con la plática mas cachonda, le pregunté sobre las niñas de su escuela, si ya se habían desarrollado, que si le gustaban sus pechos y comenzamos a fantasear sobre lo que sería tocar los de las mas desarrolladas, esta plática yo la tenía con toda la intención de manipularla a mi favor. Después de hablar un rato sobre mujeres le pedí una almohada y al pasármela cayeron todas las fotos que tenía preparadas, comenzamos a verlas y recuerdo muy bien algunas, primero nos inclinamos por las de mujeres con senos grandes y pucha rasurada, le pregunté que si le gustaban y me decía que si, que el nunca había tenido las fotos tan a la mano, yo le decía que ...