Sabado caliente - Relatos Eróticos

Sabado caliente

Era una tarde de sabado de las que como siempre estaba cachondo, saqué el movil y empecé a llamar a algunas de mis follamigas, ninguna disponible, solo me quedaban los 2 ultimos cartuchos, natalía, una mujer con la cual tengo en comun que rondamos mas o menos la misma edad, pero que en la cama es una verdadera loba, para ser madurita, es caliente como pocas, tambien me quedaba como ultimo recurso una pueblerina que vive con su tia, es la ultima de la lista pero en cambio siempre estaba mas que deseosa de que me la follase, así que decidi llamar a natalía y si me fallaba al menos contentarme con la otra, acerté de pleno, Natalia tenía ganas de salir un rato, viniendo de ella, es lo mismo que decir que quiere tomarse un par de copas y luego follar como conejos.

Natalía es de la zona norte de Madrid, de las tablas, es una mujer metida en el mundo de la comunicacion, turismo, relaciones publicas, es decir, que habla con mucha gente, conoce a mucha gente, pero siempre tiene que guardarse sus opiniones, así que cuando quedamos, la parte mas difusa es aquella parte en la que empieza a hablar de sus jefes, de sus compañeros de trabajo, poniendoles parir, son momentos que me pongo a pensar en la ultima película que he visto o en la ultima tía que me he follado para que se me vea en la cara la expresion de que me esta interesando lo que dice, fisicamente es bastante resultona, pelo largo liso, una cara finita, en contra tiene la nariz que la hace tener una cara bastante rara, ...

... pero a favor tiene una boquita de esas con las que solo piensas en meterla la polla y que te la coma hasta los huevos, aunque tambien tiene una sinrisita que es lo que hace que te fijes en ella.

Quede con Natalía después de cenar, nos fuimos a "el doblon", un discopub de los de juan bravo, pensando que con un poco de suerte, se tomaría unas copas alli y se olvidaría de poner a parir a todos sus conocidos, pero no tuve esa suerte, en el doblon, me pasé más de 15 minutos viendo como se quejaba de todos sus compañeros, a todos los que pone buenas caras pero a la que se han dado la vuelta les llamada de todo menos bonito, al rato vi la luz y fui a por una nueva recarga de bebidas, ya con la segunda copa, comenzamos a bailar y por lo menos así se calló.

después de una terera copa, ya el baile que me marque con natalía era mas un magreo de su culo y sus tetas que nada, ya estaba cachondo horas antes pero con ese debaneo ya me puso a 100, cuando terminamos la copa, insistió en irnos a otro lado, ya a esas horas de la noche no me quedaba mas remedio que complacerla si quería mojar esa noche, así que nos fuimos a otro discopub de la zona, donde seguí con mi magreo mientras bailabamos con una cuarta copa, la cual termino de tirar sus defensas y de ponerla caliente, fue terminar la copa para irnos a mi casa.

Una vez que llegamos, nunca me ha gustado el ir besando a una chica para que los vecinos y por supuesto mis vecinas piensen que rollos tengo con otras, así que aguanté hasta ...