1. Mi encuentro con mi madre y con Alicia


    Fecha: 26/11/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... desnuda ofreciéndome sus encantos, jamás hasta ese momento había mirado a mama desnuda, pero aquella imagen fue hermosa en verdad, la figura de mi madre la conocía de sobra, solo que con ropa, pero aquella imagen era un real reflejo de ella, mama conservaba un cuerpo bastante atractivo, para mí no era necesario verla desnuda para admitir que ese sueño le hacía bastante justicia a su bella figura.
    
    La siguiente noche la estuve esperando con verdadera ansiedad, ojala no cambiara aquella rutina que tanto me gustaba, y tanto placer me estaba causando, ya estaba yo en el sofá, cuando mama llego con su manta y me dijo que me acomodara para que se recostara y así estar bien calientitos los dos, no me hice del rogar de inmediato le hice espacio y ella se acomodó como era su costumbre, siempre era muy cuidadosa para cubrirse pero ese día la falda se subió más de lo que ella hubiera deseado y me mostro sus pantaletas. Mire aquella escena hasta que ella volteo a mirarme y yo fingí no prestar atención a ese incomodo momento. Ese instante me dejo serio no quería ni moverme, sin embargo, ella me saco de mi trance, cuando me pidió que masajeara sus pies, me encantaba hacer todo aquello, sobre todo porque albergaba la ilusión de aprovecharme del pesado sueño de mi madre. Cuanto duraba aquello no lo sé nunca medí el tiempo, pero lo que si se es que a ella le gustaba tanto como a mí, y lo digo porque ella siempre me pedía que lo hiciera, el pretexto era el frio que sentía en ellos y que ...
    ... mis manos siempre estaban calientitas y eso le daba consuelo a sus friolentos pies, llego el momento en que estaba convencido que mi madre quería algo más pues algunas veces emitía un ruido que bien parecía gemido, un día cometí una imprudencia estaba despierta con sus ojos muy abiertos, tentado por mis pensamientos decidí avanzar con mi “masaje” hacia sus piernas, pero al sentir que mis manos avanzaban más allá de lo prudente me detuvo.
    
    —oh, oh, hasta ahí nada más jovencito.
    
    Me sentí avergonzado, pero continúe masajeando sus pies hasta que se quedó dormida. Llego mi oportunidad de hacer con ella lo que me diera la gana, me arme de valor, y subí mi mano más allá de lo que me era permitido, esa ocasión, después de acariciar largo rato sus piernas, metí mano dentro de sus pantaletas, por primera vez sentí los excitantes y gruesos pelos de su sexo entre mis dedos, bajo mi pantalón, mi verga crecía y crecía hasta su máxima extensión, por momentos me alarmaba al ver que se movía como queriendo despertar, sin embargo continuaba durmiendo dejando su deliciosa intimidad abandonada a mis caprichos.
    
    Como debía interpretar aquello tal parecía que mama sentía mis caricias su panocha estaba húmeda, excitada estoy seguro. Saque mi mano para sacar mi verga de su prisión y en eso despertó mama para levantarse e irse a su habitación, estaba agitado y perturbado pero tal parece que lo adormecida que estaba no le dio tiempo de darse cuenta, cubierto con la manta tratando de ocultar mi ...
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