1. Mi encuentro con mi madre y con Alicia


    Fecha: 26/11/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    Ignoro cundo inicio mi tentación por el encanto que me provocaron los pies femeninos, las piernas, las medias, el nylon, pero sobre todo las pantaletas sucias, pero lo que es seguro es que fue mi despertar al delicioso e irrenunciable deseo sexual.
    
    La historia se inicia en la confortante convivencia familiar de mi casa, donde solía ver televisión después de cenar. Ya instalados en la sala mi padre ocupaba su cómodo sillón reclinable, mi madre y yo solíamos compartir el sofá mi madre casi siempre se acostaba de lado, con los pies hacia mí. Yo era el más joven de varios hermanos, estos se habían casado muy jóvenes, por lo que ya no vivían en la casa.
    
    Aun a pesar de ello mi madre tendría apenas cuarenta años y mi padre algo mayor que ella. En invierno, cada noche mi madre se recostaba a ver la televisión y se ponía encima una mantita para cubrirse las piernas. Yo me acomodaba a su lado de tal forma que sus piernas quedaban encima de las mías y así compartíamos aquella manta. De nada serviría hacerme el tonto, me encantaba el grato calorcito de sus piernas en las mías, mi tentación se hizo presente un día que sus pies no lograron cubrirse del todo, bajo el matiz que sus pantis le provocaban, hizo surgir en mí una sensación desconocida, me excite, no puedo explicarlo porque solo sé que sus pies me hechizaron, delgados níveos graciosos, tersos, sencillamente me encanto su suavidad, su aroma.
    
    Tenía que estar atento a cualquier movimiento de mi madre, o descubriría sin ...
    ... remedio el estado febril en que encontraba, era algo que estaba muy por encima de mi voluntad, mi verga se endureció casi al instante en que hacia contacto con ella, para fortuna mía esto se repetía noche a noche, desnudos o adornados por sus medias, para mí siempre fueron todo un privilegio poder observarlos, sin embargo un día fue tanta mi tentación que le ofrecí a mi madre darle un masaje, ella aceptó sin imaginar que sus pies me perturbaban, los tome en mis manos y los frote suavemente, por suerte mi padre no se encontraba y me di un banquete acariciando sus lindos pies, causantes de mi desazón, creo que mi “masaje” fue muy agradable para mama, se relajó tanto que se quedó dormida un fuerte ronquido así me lo indico, ello dio luz verde a mis deseos porque comencé a acariciar sus pies hasta las rodillas, mama no traía pantis ese día, el contacto fue total con su cálida piel, me porte más atrevido y subí mi mano hasta sus piernas, sentí que el corazón estallaba en mi pecho, sabia de sobra que eso estaba mal, pero no podía dejar de acariciar las suaves piernas de mama. Después de un buen rato de goce intenso, regrese la falda de mama a su sitio pues mis ansiosas manos le habían movido de su sitio, segundos después mama despertó y me dijo que se iba a su habitación a dormir, le dije que yo me quedaría un rato más, mi padre había cambiado de trabajo y también de horario llegaba a casa de mañana. Esa noche pensé que dormiría tranquilo pero no fue así, toda la noche soñé con ella, ...
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