1. El joven macarrilla, me seduce y termina llevándome a su casa. 3ª part


    Fecha: 24/11/2020, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: RelatosEróticos

    ... cara, haciéndole yo lo mismo, lamiéndole todo el semen, que el viejo le había echado por su cara. Después de haberme lamido la cara, y besado, y saboreada mi lengua y boca, el jovencito aquel, agarrándome la cara, se fue incorporando, y mientras me seguía dando por el culo mi joven macarrilla, me arrimó su polla a mi boca, para que se la chupara. Cosa que no le hice esperar, ya que abrí la boca y me tragué aquella polla jovencita, saboreándola, mientras me estaban dando por el culo.No tardó ni 20 segundos, en empezar a correrse el jovencito, llenándome la boca con su semen, mientras me agarraba la cabeza con sus manos, y gemía de placer ¡oooooooohhhhhhh! me corro, me corro.Tragué todo el semen que me soltó en mi boquita, y mientras seguía con aquella jovencita polla en mi boca, mi joven macarrilla que me estaba dando por el culo, explotaba dentro de mi culo, soltando alaridos de placer, y llenando mi culito de leche.Ya me vengo, ya ya ¡aaaaaaaaahhhhhh! me corro, me corro. Ay que gusto, que culito más calentito, putito. Aún no me había sacado la polla del culo, mi joven macarrilla, cuando el jovencito aquel, se tumbó en el césped, y llevando su cabeza a mi polla, ...
    ... se metió mi pollita en su boca. Nada más notar su lengua y cálida boca en mi polla, me corrí en ella ¡oooooooooohhhhh! mmmmmmm ¡ooooooohhhhh! gemía yo, mientras me estaba corriendo en aquella boquita caliente. El jovencito, con una de sus manos, apretaba mis pelotas, como queriendo exprimirlas, para que soltasen toda la leche que en ellas había. Quedamos allí tumbados unos minutos, mientras nos reponíamos, nos íbamos acariciando, y morreando con lujuria y pasión. Nos besábamos, a la vez que con nuestras manos, nos acariciábamos la polla y sobábamos los huevos. Poco a poco, nos fuimos vistiendo, para una vez vestidos, marcharnos de allí a casa del viejo. Cuando entramos en la casa del viejo, ya iban dar las 7 de la mañana; ya casi estaba amaneciendo.Fuimos para la cocina, donde tomamos un café que hizo el viejo, y después de fumar un par de cigarrillos, nos fuimos a dormir. Yo fui con mi joven macarrilla, y el jovencito se fue con el viejo para su cama; el único que se quedó solo, fue el perro labrador, que se quedó solo en la caseta que tenía en el patio; pero seguro que feliz y satisfecho, después de la montada que le dio al jovencito aquel.Fin de la 3ª parte. 
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