1. Clases prácticas en la piscina


    Fecha: 23/11/2020, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... La única forma es meter y sacar, meter y sacar, meter y sacar hasta que sale la leche en medio de un gran gustazo. Como no estoy casado (aquí fui puritano, jajaja), no puedo meter mi cola en ninguna mujer, pero pajeándome hago como si así fuera, y pasa lo mismo, que mi polla empieza a escupir leche. Es más aburrido hacerme una paja, pero hasta que no me case, no hay otra manera de probar cómo funciona mi cola. Una vez aclarado cómo funciona el pene y las corridas de leche, pasamos a la acción: les dije que si me agarraban el pene por si tenían curiosidad, y los chicos se abalanzaron a mi pene antes que las chicas. Bueno…, ¡por turnos!. Y por turnos empezaron a agarrarme la polla, a bajarme el pellejo, y empezó a crecer mi polla desmesuradamente. Luego otro chico siguió, luego mi hermana (antes que la otra chica), y así todos… y cuando se cansaban, volvía otro a agarrarme la polla. Mi polla estaba inmensa, y se notaba el contraste con las colitas de los chicos, que aunque estaban tiesas, apenas se diferenciaban en tamaño a cuando las tenían caídas. Y todo esto al lado de la piscina. Si lo viera alguien de lejos, vería a niños desnuditos con un joven más mayor también desnudo con su inmensa polla. Ahora me da escalofrío recordarlo, jajajaja. Así éramos de osados y de salidos. Y ya está: tras varios turnos de pajeo, les decía que me estaban dando mucho placer y que estaba a punto de escupir la leche que en los casos “normales” iría dentro del coño de las mujeres. Y ahí lo ...
    ... vieron todo, como mi rabo expulsaba semen en varias descargas que lo lanzaba lejos. Una vez concluida mi corrida, nos tocó subirnos los bañadores y darnos un chapuzón. Ni limpiamos el semen…. Supongo que se evaporaría con el calor. Aquella sesión supongo que les marcaría a los chavales, pues no hace mucho me lo recordó uno entre risas de ambos…, y advirtiendo que fuimos unos temerarios por haberlo echo en casi público. Los chicos me lo han recordado años después, pero las chicas no. Ni la una, ni mi hermana. Con mi hermana, sin querer convertirla en mi pajera, me hizo después alguna pajilla más, sobre todo en esos dos años antes de que le empezasen a salir tetillas y a convertirse en mujercita. La siguiente vez que le pedí que me pajeara (que sería la primera vez tras lo de la piscina), me atreví a preguntarla si le había gustado lo de la “clase práctica” y qué le parecía mi rabo. Como pareció que le gustó aquello, la dije que si podría hacérmelo de nuevo en la habitación, que ya la dije que me da mucho placer. Me dijo que sí, y en mi habitación me saqué la polla y me dejé pajear. Pues…, sin que fueran todos los días…, quizá una vez a la semana, un par al mes…, que yo estuviera cachondo, que tuviéramos tiempo… Y acabo este relato con una vez que nos pillaron: A mí una vez me pilló mi madre pajeándome en el cuarto de baño. Tan tonto fui de no oírla, y mientras me secaba tras ducharme, me estaba dando un “masaje” con mi polla a punto de explotar. No me enteré, y mi madre entró al ...