1. Deseos de Any II


    Fecha: 22/11/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Gato callejero, Fuente: CuentoRelatos

    Había pasado una semana desde el encuentro con mi vecina en su versión nueva, sexi y morbosa. Desde esa noche que la vi desde la ventana en tanga y blusa mi mente y cuerpo no pararon de pensar y estimular de qué forma seducirla.
    
    Encontronazos por la calle, cruces de miradas atrevidas, si llevaba falda le hacía notar que me había fijado, quería darle a entender con el lenguaje de las miradas que la deseaba. No sé si ella se daría cuenta, o estaría jugando, o tal vez no sentía lo mismo que yo, pero costaba que soltara prenda o la notara yo nerviosa.
    
    Un día en la piscina, aunque suelo bajar mucho a nadar, nunca era de quedarme tomando el sol, Y ese día lo hice, con la mala suerte que me quede dormido unos quince minutos al sol sin protección ni nada.
    
    A los quince minutos sentí una mano fría tocarme y pegue un respingo, yo sin saber muy bien donde estaba, y allí estaba ella mi vecina;
    
    - Oye vecino que te has quedado dormido al sol y te has quemado.
    
    Era cierto me había quedado dormido y encima quemado y sin crema, pero eso no era lo más importante. Mi vecina venía con un short corto vaquero y una blusa ancha abierta al hombro y dejando ver su escote y su bikini y por consiguiente, sus suculentos pechos.
    
    Aunque la verdad me había quemado y sentía cierto resquemor en la piel, cierta molestia, y mi vecina entonces me sorprendió saco si instinto maternal por así decirlo y como si fuera mi madre me dijo;
    
    - Anda estate quieto que te voy a echar crema, sino te ...
    ... puede entrar hasta fiebre.
    
    La verdad que era una mezcla de necesidad para mi piel por haberme quemado y por qué no podía moverme y de fantasía, que mi vecina me echara crema.
    
    Saco un bote mágico de su bolso y empezó a untármela por espalda, hombros, pecho, y lo más sorprenderte me pidió permiso para echármela en mis piernas, por su puesto yo le dije que estaba en sus manos.
    
    Y así fue pero cometí un error que debí suponer, viendo las manos de Any y lo bien que masajeaba y echaba crema al tocar mis muslos debí suponer lo que iba a ocurrir.
    
    Algo dentro de mí empezó a concentrar sangre y acumular tensión, si en efecto mi pene empezó a despertar incontrolablemente. Yo no sabía dónde meterme? Mi bañador era ni muy corto ni muy largo, normalito pero al estar sentado pues se ajustaba más y yo que no suelo llevar calzoncillos pues era evidente.
    
    Un bulto arremetió dentro del bañador de forma exagerada, se podía apreciar perfectamente donde empezaba y donde acaba vamos la punta y no sabía dónde meterme, mire a Any y no se había dado cuenta aun, y digo aun por que acto seguido subió las manos por el muslo derecho y vio por el rabillo del ojo algo ahí un bulto que antes no ocupaba ese espacio y por inercia miro y vaya si se fijó. Durante 10 segundos se quedó mirando mi paquete marcado en el bañador, 10 segundos en los que yo la miraba y observaba como Any miraba detenidamente todo lo que allí se apreciaba desde principio a fin. Sus manos pararon de golpe, y siguió mirando unos ...
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