1. Serie rosa (Relato 5)


    Fecha: 21/11/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Ana Etxeberria, Fuente: CuentoRelatos

    ... Ingrid en la cama y posó desnuda y preciosa. Noa empezó a sentir sofoco-. ¿Te quito la ropa o lo haces tú?
    
    -Ingrid, mis padres están en el cuarto de estar y mi hermano en el salón.
    
    -No gritaré. ¿Tú gritas al alcanzar el orgasmo? Si quieres te amordazo con mis bragas y así nadie te escuchará.
    
    -Qué hija de puta… -se arrancó Noa el abrigo y luego el resto de la ropa. Una vez desnuda, se lanzó sobre Ingrid y empezó un intercambio de besos, sobeos y revolcones en la cama. Así durante 8 minutos hasta que sus cuatro piernas se encajaron formando unas tijeras pélvicas. El frotamiento genital fue frenético. Con Ingrid tumbada y Noa de rodillas, la armonía sexual desembocó en un orgasmo mutuo y en un ahogado silencio que costó.
    
    Embadurnada de sudor y con calores, Noa se bajó de la cama preciosa y buscó su móvil.
    
    -¿Te ha gustado? ¿Qué haces?
    
    -Para mi blog porno –le hizo a Ingrid las pertinentes fotos de rigor y un selfie junto al coñito de Ingrid. Sacó la lengua junto al clítoris y haciendo la señal de la victoria.
    
    -Vaya, veo que Diego tenía razón –rio Ingrid retozando hermosa en la cama.
    
    -¿En qué?
    
    -En que eres una golfa.
    
    -Eres tú quien me ha provocado, no yo.
    
    -Qué guarrona eres.
    
    -A ver, Ingrid, foto de tu culo. Ponte en pompa.
    
    -¿Así?
    
    -Joder qué chasis tienes.
    
    -¿Me meto un dedo? ¿Así te gusta?
    
    -Buffff… madre santa…
    
    -¿Cuántos dedos me meto? ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿El puño?
    
    -Mejor te meto esto –fue directa Noa con la lengua hasta ...
    ... entrar analmente.
    
    -¡Ah, coño! –soltó Ingrid un alarido.
    
    -Calla, zorra, que nos escuchan.
    
    -Avisa antes, joder.
    
    -No mueves el culo y quédate así apoyada.
    
    -¿Profe? –se escuchó a Diego llamándola por los pasillos del piso.
    
    -Mierda, se me olvidó. El puto de tu hermano.
    
    -Que espere. Deseo comerme este culito tan esponjoso.
    
    -Puede sospechar. Otro día.
    
    -¿Te vas?
    
    La mano de Ingrid se encajó en el entremuslo de Noa…
    
    -¡Auuu!
    
    … comprobando su estado permanente de excitación.
    
    -Qué guarra. Te has corrido hace rato y sigues mojada –puso Ingrid cara a cara.
    
    -Te deseo, Ingrid.
    
    -Tú deseas todo lo que tenga coño. Tu venderías a tu madre por cinco minutos de sexo, ¿a que sí?
    
    -En serio, te adoro.
    
    -¿Solo porque follo de lujo? El valor de las personas no está entre muslo y muslo, sino entre pecho y pecho. ¿Vale?
    
    -Ahhhh, sigue, dale ahí abajo…
    
    -Eres un putón. Precioso pero putón. Aún debes aprender mucho de la vida. Me recuerdas a una potrilla salvaje y en celo, pero yo te domaré a base de latigazos y mucho castigo.
    
    -Sí, ohhhh, sí, castígame ahora.
    
    -¿Profe? ¿Dónde está?
    
    -Hazte una paja, so puta –la abofeteó Ingrid el clítoris con saña.
    
    -¡Auuuuuu, coño! ¡Cabrona! –cruzó las piernas a punto de correrse. Un guantazo más en la zona genital y Noa eyaculó en el mismo suelo con un chorro transparente y licuoso-. Ahhhhh…. Ohhhhh… puta mierda…
    
    -Tenía que haberte amordazado y amarrado como las cerdas en san martín –se fue Ingrid ...