1. Más allá de una fantasía con mi madre (Cap. 7)


    Fecha: 20/11/2020, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... imaginación.
    
    El sonido de sus tacones al chocar contra el suelo se confundían con los latidos de mi corazón que subían en aumento descontrolado. Yo trataba de disimular el verla y desnudarla con la mirada, me hacía el desentendido y hasta me hice el sorprendido, como que no la había visto acercarse.
    
    —Hola, me dijo, mientras me daba un beso en la mejilla y y me regalaba una sonrisa, de esas que te derriten las piernas
    
    Yo podía sentir su pulso acelerado por lo apurada que venía, su respirar agitado que solo lograba exitarme más de lo que ya estaba, ese pecho que subía y bajaba mientras trataba de recuperar el aliento, esa blusa que por casualidad se había desabotonado un poco y me permitía ver el filo de encaje del sujetador blanco que llevaba puesta, pude ver una pequeña gota de sudor resbalar de su frente por un costado de su cara…. Despierta!!! Me dije…..
    
    —Hola, le contesté procurando regalarle la mejor de mis sonrisas, mientras secaba esa gota de sudor haciendo una mueca de asco, para disimular la excitación que me producía tocarla y sentir su piel con mis dedos….
    
    —Disculpa el retraso, me dijo mientras se arreglaba un poco la falda, se dio cuenta que se le había subido un poco mas de lo normal, lo hacía con un movimiento sensual de cadera… Pero ya sabes que en la oficina todo quieren para última hora, … y empezó a darme una serie de explicaciones… vamos como si yo las necesitara… la espera valía lo que estaba disfrutando
    
    —Tranquila, es temprano todavía, ...
    ... vamos a ver tu vestido le dije, mientras le tomaba del brazo como antes y volvía a sentir sus pechos rozar mi brazo, y tomaba su chaqueta para dársela llevando, a la vez que notaba que su respiración se iba controlando.
    
    Mientras caminabamos por la calle cogidos del brazo, y ella alegremente me contaba como debería ser el vestido que quería comprar, sentía que eramos como dos adolescentes que van por la calle disfrutando de su conversa y no les importa nada de lo que pase alrededor suyo. Yo me sentía en el cielo al cmainar con ella de esa manera, y sobretodo al compartir unmomento tan especial como este.
    
    Por fin entramos en un local de ropa de mujer, donde ni bien entrar podía apreciar que existía muchos vestidos de todos los tipos, colores, calidades y precios.
    
    —Bueno, no te me aburras mientras busco algo que me guste, debes saber que soy muy indecisa y puedo demorarme una eternidad, me dijo.
    
    —Ok, le dije, mientras hacía una cara de “que más me toca”, aunque por dentro moría de ansias de verla desfilar frente a mis ojos con cada vestido que se probara.
    
    Y fueron varios vestidos los que se fue probando uno a uno, y ninguno me parecía el correcto para ella. Todos tenían en común que eran muy largos o que eran demasiado olgados y no se podía apreciar su figura. También me dí cuenta que todos tenían un aire como de señora mayor, lo cual para nada me gustaba, practicamente era como si quisiera ocultar lo que tenía y dárselas de mujer adulta recatada.
    
    —Y no tiene ...