1. La mirada perdida del ángel


    Fecha: 18/11/2020, Categorías: Hetero Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos

    La mayoría pensaba que estaba loca, aunque alguno se atrevía a decir que era una romántica excéntrica.
    
    Era un pueblo pequeño, todos se conocían. La habían visto nacer y crecer y habían visto como poco a poco, al tiempo que se hacía una hermosa mujer, se apartaba de la vida normal de los habitantes de la villa para encerrarse en su casa con los libros que le traía el cartero cada semana. Sólo se la veía salir de casa para dar largos paseos por las colinas o para ir a la iglesia.
    
    Habían sido muchas las ocasiones en que algún vecino se la había encontrado con la vista perdida al cielo u observando abstraída alguna flor o algún pájaro. Todos sabían que las cosas bellas llamaban la atención de aquella muchacha hasta el punto de que parecía olvidarse del resto del mundo que la rodeaba.
    
    Aquel otoño, la joven dejó sus paseos por el campo para dedicarse a pasar horas en la iglesia. El motivo parecía ser un cuadro recién adquirido por el párroco. Una ilustración del paraíso. En colores vivos, con mucho movimiento y cientos de personajes. La lámina en si no valía nada, pero todos coincidían en que era hermosa.
    
    Desde el primer día que el cuadro apareció expuesto en una de la paredes de piedra del templo, la muchacha abandonó el mundo exterior. Entraba a primera hora de la mañana, cuando el párroco abría las puerta y se iba al anochecer, cuando este cerraba las puertas. No se la veía comer y pasaba el día en la penumbra, con lo cual su cuerpo se iba consumiendo poco a ...
    ... poco.
    
    Al principio el cura no le dio importancia, pero con el tiempo comenzó a preocuparse, tanto por la chica como por sus feligreses, pues a varios se les hacía incomodo escuchar misa o rezar teniendo a pocos metros a aquella chica mirando durante horas unas imágenes.
    
    Un día el sacerdote, se acercó a la chica.
    
    -¿Qué es lo que te llama tanto la atención de ese cuadro?
    
    Ella tardó unos segundos en responder...
    
    -Quiero que me mire...
    
    -¿ Quien tiene que mirarte ?
    
    Ella no dijo nada más. El cura volvió a hacer la pregunta, pero no obtuvo respuesta.
    
    En los días que se sucedieron volvió a intentarlo, pero la chica no volvió a pronunciar palabra.
    
    Una noche, al poco de ella irse, el párroco decidió examinar el cuadro para descubrir que llamaba tanto la atención de la joven. Ella parecía querer que alguien de la pintura la mirase. Examinó a cada uno de los personajes que componían la escena. Y no tardó en descubrir quien debía ser el que tanto llamaba la atención de la chica.
    
    Un ángel...
    
    Todos los demás protagonistas de la escena, se miraban entre ellos al estar charlando de forma animada. Pero el ángel permanecía sólo, aislado de todos los demás en la esquina izquierda superior de cuadro. Sus manos estaban entrelazadas sobre su corazón. Vestía una corta túnica blanca que le colgaba de la cadera y cubría hasta medio muslo.
    
    El rostro del ángel no mostraba emoción alguna. Totalmente hierático, excepto por su mirada, perdida más allá de los que mostraba la ...
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