1. Dijo: soy una putita


    Fecha: 17/11/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Lo que cuento en esta parte del relato es 100% realidad.
    
    Hola soy Javier de 32 años, tengo cuatro años de casado con Sofía una hermosa chica de 28 años de pequeña estatura pero con buen cuerpo, lindas piernas, redondo trasero y dos naranjas en el pecho, de cabello oscuro y lindo rostro. Con ella hemos crecido sexualmente en nuestra relación desde que éramos novios.
    
    Empezamos con jueguitos fetiches, ella se vestía de manera sensual usando lencería como medias de encaje negro, blanco ó transparente, ligueros y falditas pequeñas, pero solo en nuestra intimidad, cogíamos con mucha sensualidad, pues la veía como una fantasía, se ve tan rica cuando se viste así.
    
    Ella nunca se atrevió a salir por la calle de esa manera, aunque una vez asistimos a la boda de una amiga y en la fiesta de recepción, ella vestía un vestido lila largo, ajustado a su figura con una abertura a un lado donde se veía su hermosa pierna, cuando nos sentamos en una de las mesas con otra gente, ella cruzo las piernas y dejo a mi vista el muslo de su pierna donde aparecía tímidamente el borde del encaje de su media transparente, ella noto como la miraba y se sonrió coquetamente, eso me puso a mil, ella salio a bailar y yo notaba una línea encima de su vestido que dibujaba su lencería.
    
    Cuando salimos de la fiesta, nos fuimos a un hotel donde rápidamente pedimos una habitación matrimonial, subimos al cuarto, tenia una cama amplia y me ubique detrás de ella mientras miraba la habitación, le levante el ...
    ... vestido por detrás tocándole los senos, ella bajo el cierre de mi pantalón y empezó a darme una mamada increíble, sabía como hacerlo era toda una experta de las chupadas, mojaba toda mi verga y me miraba a los ojos mientras succionaba haciendo sonidos húmedos.
    
    No aguante más y la levante en el aire, hice a un lado su calzoncito y le metí todo mi pene en su ya mojado agujero, teníamos un espejo en esa habitación, nos encantaba hacerlo frente al espejo, parecía una película porno donde los protagonistas éramos los dos.
    
    La baje me inclino su culito, la cogí con las manos y le metí la verga por atrás, era una escena muy caliente, ella con el vestido a la mitad de la cintura, mostrando uno de sus senos y con las piernas casi juntitas adornadas por sus medias con encaje que terminaban en sus tacones altos como sandalias, tan rica que no aguante más y la eche en la cama para darle duro porque ella lo pedía cada vez con más ganas.
    
    Abrió sus piernas y le metí toda mi pinga en ese agujerito húmedo se lo estaba dando con todo y ella gemía, me decía:
    
    ¡Más Javier, más! - ¡Cáchame, tírame!
    
    ¡Así, así fuerte papi que rico! - ¡Más dame más cógeme!
    
    No aguantaba más con lo que me decía y la veía por el espejo con esa carita tan golosa, no resistí y le dije:
    
    ¡Toma putita, goza con esta pinga!
    
    Al decir esto desencadene algo que aún no conocía en Sofía, pues ella se éxito al escuchar la palabra "putita" nunca se lo había dicho por respeto, si otras palabras que también se le ...
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