1. Toda la lechita en mi boca


    Fecha: 10/11/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Karla, tengo 18 años, vivo en Morón, soy de tauro, trabajo atendiendo una lencería por la mañana y algunas tardes salgo a correr por el parque.
    
    Me enferma que me digan Karlita, pero me encanta que Los Chicos Malos lo hagan. Ellos son una banda de punk rock que la rompe, y no tienen demasiado renombre porque son re vagos, borrachines, fumones y colgados hasta para cerrar fechas. Diego toca con una guitarra prestada hace más de un año, y Sebi no se pone las pilas para cambiar los platos de su batería. Suena como un montón de chatarra!
    
    Yo soy la grupie más fiel de la banda, y desde los 15 años que viajo con ellos a donde pinte. Pero recién este mes me atreví a llevar a cabo mi fantasía, la que me acompaña hasta en mis sueños mojados, y que por cuestiones legales no podía cumplir.
    
    Los guachos siempre me miraban más allá de sus intenciones para que los ayude a preparar banderas, afiches, pancartas o dibujos para los estampados de las remeras. Yo me re pajeaba por las noches reviviendo cada recital, todos los momentos del viaje en bondi con ellos, los ensayos o las reuniones que se hacían para hablar de canciones nuevas y que terminaban en alguna película con pizzas y cervezas.
    
    Cuando Fito cantaba me mojaba toda! Es re caritmático, alto y de ojos claros, con una boca de ensueño y una forma de seducir con las palabras hasta cuando anda medio faseadito. A él varias veces le vi la pija parada mientras cantaba en vivo, y eso me enardecía la sangre.
    
    Resulta que ...
    ... el finde pasado los pibes tocaron en Pilar, en un teatro under como teloneros de una banda grosa de allí.
    
    El show se armó solo. Gente por todos lados, pibitas alzadas que gritaban por los chicos cuando los veían descargar equipos, el alboroto de los que cortaban entradas y el apuro de los que vendían gorritos y remeras.
    
    Por supuesto, yo viajé con ellos en el colectivo que siempre los traía. El chofer era un vecino de Fito fanático de la banda desde sus inicios, ya que tocaban juntos hace 5 años. Esa vuelta, esperé a que se bajen todos del micro, y en cuanto vi que Diego estaba solito en el último asiento atándose los cordones de las zapatillas me le fui al humo, sin mucha experiencia pero re caliente. Cerré la cortinita que da al pasillo, me levanté la musculosa y le puse las tetas en la cara.
    
    ¡qué hacés loquita, tenemos que ir a rockearla, y vos te pomés quenchi justo ahora?!, dijo Diego, asombrado de ver mi corpiño rosa, ya que siempre uso pantalones anchos, cintos con tachas y elijo colores oscuros para vestirme.
    
    ¡quiero chuparte la pija!, pude concluir, y en menos de lo que ambos imaginamos, mi boca le bajaba el slip con los dientes para apropiarse de esa verga erecta, pero que crecía más y se llenaba de juguitos. Lo pajeé un poquito entre mis labios, se la apreté haciendo un anillito con mi índice y pulgar para escucharlo delirar con jadeos suaves, y me hice desear un poquito para que me pida que se la mame de una vez.
    
    No lo dejaba que me toque las gomas, y ...
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