1. En el barrio, con el marido de una amiga


    Fecha: 09/11/2020, Categorías: Gays Autor: Cojo, Fuente: SexoSinTabues

    Eran cerca de las 3 de la madrugada y en la casa de Omar sólo quedaba él, otros dos vecinos, Julio y Chris, y yo. Hubo mucha gente en la casa, todos amigos del barrio con quienes compartimos la infancia y momentos de escuela común. Todos, excepto Chris, que más bien era esposo de una amiga nuestra, Viri. Pero ella hacía pocos días que había dado a luz al primogénito suyo y por tanto sólo Chirs se podía emborrachar con nosotros y lo aceptábamos muy bien. Yo tendría unos 23 de edad y él quizá 21. Todos andábamos por esas edades hace aproximadamente 8 años. Habíamos empezado a beber en la calle, donde invitábamos a quienes se hicieran presentes, entre esa gente la Viri pero no podía enfiestarse y preguntó a su joven y reciente esposo si quería quedarse con nosotros pues de antemano hay buena relación. Él es un joven de 185 cm de estatura y de complexión fornida, blanco, castaño y con ojos verdes. Los rasgos de su rostro son gruesos, incluyendo su nariz, pero está en el justo en el punto que resulta muy atractivo a pesar de que no cuenta con las características más canónicas de belleza. Yo mido 175cm, blanco, delgado, cabellera y barba desaliñadas y castañas, así como rostro atractivo, según la gente (y yo también me considero guapo). Soy velludo y varonil aunque nunca escondo mi condición sexual; desde la adolescencia todo mundo sabe que soy gay. Cerca de la media noche, una decena de personas nos trasladamos a cada de otro compa del barrio, Omar y ahí estuvimos hasta que poco a ...
    ... poco nos quedamos sólo los mencionados. Ya entrados en copas y con la desinhibición que eso brinda, Omar y Julio le decían a Chris que se había rayado pues tenía una esposa buenísima que muchos en el barrio codiciaban. Hablaron bastante de mujeres. Hubo un momento en que hice un comentario circunstancial a propósito de la charla y de que yo no tenía pareja estable por aquel tiempo. –A mí nadie me quiere- dije. Y entre todos, como buenos amigos, me levantaron el ánimo, aunque me hizo ruido algo que dijo Chris. –No te fije, ya llegará la hora y la persona; yo le he dicho a Viri que si fuera joto, andaría contigo porque eres bien chingón, Lalo- comentó. Dada la borrachez no causó escándalo el comentario y seguimos hasta pocos minutos después que nos despedimos y salimos de la casa. Afuera, Julio nos pidió a Chris y a mí que lo acompañásemos y en el camino sacó una pipa con marihuana de la que los 3 fumamos y que acrecentó nuestro delirio consciente de la noche enfiestada. Llegamos a casa de Julio y se despidió de Chris y de mí, dejándonos con la pipa, para que fumásemos a gusto antes de ir a casa. Caminamos un poco hacia un jardín público del barrio y ahí le pusimos más yerba a la pipa para fumar un rato. Honestamente, yo estaba hasta la madre de intoxicado, pero íntegro; bien pude haberme ido a dormir desde hacía un par de horas y no saber de mí hasta el siguiente mediodía. -¿Ya te irás a dormir?- preguntó Chris mientras yo inhalaba la boquilla con el encendedor prendido sobre ...
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