1. Las confesiones de Jorgito (final)


    Fecha: 08/11/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Esa noche va a ser siempre inolvidable para mí. Hubo después muchas otras parecidas con los mismos señores y otros que se fueron sumando, pero ésa noche fue la primera con varios hombres que me dieron verga o pija, como ellos le llaman al pene, hasta dejarme el culo en terapia intensiva y en la boca el sabor de todo el semen que me habían hecho tragar.
    
    El señor Manuel los acompañó hasta la puerta del edificio y al volver se sentó en el borde de la cama, me regaló una larga y lenta caricia en mi pierna izquierda y mientras su mano la recorría me dijo: -Te quedás a dormir conmigo, Jorgito… -no era una pregunta sino una decisión tomada que yo acepté.
    
    -¿Lo pasaste bien, lindo?
    
    -Ay, sí, señor Manuel… Fue… fue maravilloso todo… Van a volver, ¿cierto?...
    
    -Claro que van a volver cuando en dos o tres días tengas el culito en condiciones, porque a pesar de que comieron muy bien se quedaron con hambre… -y remató el comentario con esa risita tan excitante por lo perversa.
    
    Ahora estoy… muy caliente… Me gustaría masturbarme… ¿puedo?
    
    -Entiendo que estés caliente, Jorgito, pero esperá para desahogarte, porque ahora te voy a usar yo… Me puse a mil mirando cómo te daban leche todos ellos y hablando de mirar, mirá cómo tengo la verga…
    
    La había sacado afuera del pantalón y al mirarla la vi hermosa, bien parada y palpitante… Valía la pena esperar para masturbarme después de disfrutar de ese ariete tan tentador.
    
    Mientras él se desvestía estuve sobándome el pene, aunque ...
    ... cuidando de no derramarme. ¡Es que estaba yo tan caliente!
    
    El señor Manuel, ya desnudo, se tendió a mi lado y sentí sus manos hábiles recorrerme todo hasta centrarse en mis muslos, que recorrió de arriba abajo, por dentro y por fuera una y otra vez mientras yo me deshacía en gemidos y súplicas por ese pene: -quiero chupárselo, señor Manuel… ¡Déjeme comerlo!... ¡Por favor!...
    
    -Qué calentón sos, Jorgito… Me encanta eso… -dijo él mientras sus labios y su lengua me recorrían las mejillas, el cuello…
    
    Yo a esa altura estaba erizado de la cabeza a los pies y no daba más del deseo de albergar en mi boca ese pene que el señor Manuel me refregaba sabiamente.
    
    -Arrodillate, Jorgito… -me dijo por fin y yo obedecí inmediatamente, jadeando y cubierto de sudor.
    
    Él, de pie en la cama, me ordenó: -Abrí esa linda boquita…
    
    La abrí ansioso de engullir ese hermoso pene que palpitaba delante de mi cara y entonces el señor Manuel me lo metió y se puso a mover las caderas para hacerlo avanzar y retroceder. Todo fue placer para mí, un placer que me iba convirtiendo aceleradamente en lo que ya soy: un adicto al pene.
    
    Después de un rato de tener en mi boca esa deliciosa mamadera de carne el señor Manuel la retiró unos segundos y dijo: -Voy a correrme, nene putito, y vos vas a tragar toda mi leche…
    
    -Sí, señor Manuel… quiero su leche… quiero tragarla toda… -dije con voz algo enronquecida por la excitación.
    
    Estuve chupando ese pene durante un rato más, agitado por sensaciones ...
«123»