1. Somos adultos, pero como goce ver a mi mujer coger


    Fecha: 08/11/2020, Categorías: Confesiones Autor: mangom, Fuente: RelatosEróticos

    ... nalgas pensé que la penetraría por el ano sabiendo que a mi esposa no le gusta, pero no fue así, volvió a penetrarla por la vagina.
    
    Yo continuaba de pie tomando y agarrándome la verga, veía como mi mujer con una mano se tocaba el clítoris y en momentos apretaba sus huevos como a mí me lo ha hecho durante tantos años.
    
    Los dos hacían gestos y gemidos de satisfacción que son difíciles de describir, en eso Mario dijo: “ya me voy a venir….donde quieres que termine”, mi esposa respondió: “no pares, no pares porque yo también ya voy a terminar”.
    
    Continúe apachurrándome la verga más rápido, sentía que yo también me iba a venir en el calzón y no quise interrumpir mi movimiento, sin dejar tampoco de darle algunos sorbos a mi copa.
    
    Mi esposa casi gritando le decía: “mas fuerte y no pares, no pares…..ya me voy a venir”, Mario le respondió: “apúrate yo ya casi termino y quiero que lo hagamos juntos”, ella le volvió a decir: “tu aguanta y no pares”, pocos segundos después, mi esposa con vos entrecortada le dijo: “ya vente cabron, échame todo tu semen ardiente……mas échame más…..lléname de ti….así así que rico”.
    
    Casi en ese momento yo también me vine en los calzones, permanecieron por unos segundos sin que Mario se la sacara y mi esposa con los brazos extendidos ...
    ... y apoyados sobre el respaldo del sofá, con la cabeza entre sus brazos, ambos con jadeos que poco a poco fueron disminuyendo.
    
    Yo aproveche para servirme una copa y disimuladamente los deje, y me fui a sentar a la sala, era evidente la mancha de semen en mi pantalón.
    
    Después de unos minutos salieron del estudio los dos, mi esposa se acerco a mí y me dio un beso muy emotivo y en voz baja me dijo: “gracias amor”, y Mario solo dijo: “yo me retiro y espero continúe nuestra amistad de tantos años”, yo le respondí extendiéndole mi mano, la que el agarro para despedirse: “lo mejor es que olvidemos que esto paso”.
    
    Termino de ponerse su saco, me volvió a dar la mano, se acerco a mi mujer y se despidió dándole un beso en la mejilla, y lo acompañe a la puerta.
    
    Cuando regrese mi esposa y yo nos dimos un beso muy caliente y puso la mano en mi verga y me dijo sorprendida: “¿te viniste en el calzón?”, y se rio.
    
    En voz baja me dijo: ¿Quieres que lo hagamos?, me miro a los ojos y me dijo: “tu sabes que no lo busque, solo se dio y me deje llevar”, yo le dije: “no te preocupes, solo espero que cuando a mi me toque, tu lo tomes igual”, solo se sonrió.
    
    Sé que esto será difícil, porque estas cosas se dan solitas no se busca, porque si se buscaran, perderían su encanto. 
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