1. La nena que llevo dentro


    Fecha: 05/11/2020, Categorías: Incesto Autor: Mara, Fuente: CuentoRelatos

    Las dos culeadas que me dió mi vecino activaron en mí los más íntimos deseos de mi carne y de mi alma, estos fueron ser una mujer, verme, sentirme y comportarme como una. Para lo anterior tuve la invaluable ayuda de mi hermana Lora, ella como la hermosa mujer que es, con sus inquietudes, sus anhelos y esa inmensa feminidad que brota de cada una de sus células me acompañó en este proceso. Mamá era enfermera y a veces le traía a Lora anticonceptivos en píldoras e inyectables, Lora me daba a tomar al día varias píldoras y cada semana me ponía una inyección de estrógenos, así me fui convirtiendo en una mujercita, mis caderas recogían toda las grasas que me metía y también mis piernas aumentaron de grosor, mi piel se hizo más suave y tersa, y ¡Me creció el busto!
    
    Poco pero aumento considerablemente. Mamá ya casi no me decía nada, aun no aceptaba mi nombre de mujer Mara (Lo escogí porque es el segundo nombre que lleva una amiga que tengo, una mujer hermosa muy humana que me ha ayudado siempre) Lora estaba muy intrigada con mi conversión y con las cogidas que me daba el viejo vecino. Hablábamos de ello frecuentemente, en su mirada y por la manera en que juntaba sus piernas supe que mi hermana se calentaba con mis relatos de cómo me follaba el viejo así que le pregunté ¿Te gustaría que te cogiera el viejo? ¡No, cómo crees! Es que siento que eres un poquito morbosa cuando te cuento, como que te calientas. Bueno me gusta el sexo y hablar contigo me ayuda un poco pues me masturbo ...
    ... tres o cuatro veces al día, es que a veces no aguanto este encierro y me caliento todo el tiempo.
    
    El otro día viendo la tele me calenté con un actor y comencé a tocarme la papaya, me mojé mucho y necesitaba una verga adentro de mí, como tu ya casi ni me haces caso. Es que somos hermanas. Pues sí pero aun tienes pito ¿Por qué ya no me lo quieres meter? Es que lo que a mi me gusta, que me lo metan no meterlo. Pues te puedo meter una zanahoria o algo mientras me lo metes a mí ¿Eso quieres? ¿Ahorita? Si, tonta, estamos solas, mi BB duerme ¡Anda ven, vamos al cuarto! ¡Ay Lora, es que aparte de puta no quiero ser una enferma que se acuesta más con su hermana! ¡Mira, estoy muy buena y cualquier pendejo se quisiera acostar conmigo pero, tengo miedo de que me lastimen o a quedar embarazada otra vez o a que me enferme. Tú estás a mano ¡Anda ayúdame! La seguí al cuarto y observé cómo se quitó su viejo pants (chandal) y quedó en pantaletas, se quitó el brasier y brotaron esas tetazas impresionantes, blancas con sus dos pezones color rosado bien parados y que me imploraban que los mamara.
    
    Me acerqué y me recosté como un BB en su regazo, me puso el pecho izquierdo en la boca y comencé a mamar sintiendo un enorme placer además de una especie de protección y cariño por esa mujer hermosa que me protegía siempre y que me daba su cuerpo, del pecho salió un líquido que me tragué, era leche, aun le daba a veces el pecho a su hijito, se excitó y me roció la cara con su leche ¡Lora, Lora! ¿Por ...
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