1. El placer de la tormenta


    Fecha: 02/11/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: rubyg, Fuente: CuentoRelatos

    El tiempo cambió de repente. La tarde había sido cálida y despejada, las únicas nubes que se veían eran las estelas de los aviones, pero un par de horas antes del anochecer el cielo se oscureció y estalló la tormenta. Pocas veces he visto un aguacero semejante, en un par de minutos las calles se convirtieron en arroyos, entonces llamaron a la puerta.
    
    -¿Quién es?
    
    -Soy Dani, he venido a devolverle a Jorge el videojuego que me prestó.
    
    Dani era el mejor amigo de mi hijo Jorge, le conozco desde que eran críos. A menudo venía a mi casa a jugar. Era un encanto, siempre amable y respetuoso, nada le quitaba esa preciosa sonrisa. Me alegraba que mi hijo se juntara con un chico tan bueno. Abrí la puerta de inmediato.
    
    -¡Cielos! ¡Parece que te has tirado a la piscina con ropa y todo!
    
    -Jejeje, ya… me ha sorprendido la lluvia, cuando salí de casa había alguna nube, pero…
    
    -Si… esta tormenta ha sido una sorpresa, anda, pasa, no te quedes ahí. Deberías darte un baño caliente o cogerás frio.
    
    -¿Eh? Gracias, pero no quiero molestar… le daré el juego a Jorge y me iré.
    
    -No será ninguna molestia. Si te quedas con esa ropa empapada pescarás un resfriado, y no permitiré que salgas a la calle con la que está cayendo. Pondré tu ropa en la secadora y te dejaré algo de Jorge mientras se seca.
    
    -No creo que a Jorge le haga gracia que use su ropa…
    
    -No te preocupes, este fin de semana está con su padre. No se enterará.
    
    -¿No está aquí? Creía que le tocaba ir con su padre el ...
    ... finde que viene.
    
    -Así es, pero le salió un viaje de trabajo y no podrá verle entonces, así que cambiamos.
    
    El padre de Jorge y yo nos divorciamos cinco años antes. Desde entonces nuestro hijo alternaba los fines de semana conmigo y con su padre. Cuando se iba con su padre, yo me quedaba sola y triste, y esta vez me sentía aún más sola de lo normal, pues mi hijo se había ido dos fines de semana seguidos.
    
    Acompañé a Dani hasta el cuarto de baño. Puse el tapón en la bañera, abrí el grifo de agua caliente y eché una pizca de sales de baño relajantes.
    
    -Listo, dame tu ropa, la pondré a secar.
    
    Dani se ruborizó, me di la vuelta para que se desnudara tranquilo y entró en la bañera, que aún no se había llenado. Cuando me agaché a coger su ropa, no pude evitar darle un rápido vistazo al cuerpo de Dani. Era un cuerpo atlético y bien definido, piel ligeramente bronceada y un poco de vello en el pecho. Sentí un cosquilleo en mi cuerpo al notar el enorme tamaño de su hermoso pene. Inmediatamente sentí un ligero remordimiento “¿Qué estoy haciendo?” pensé. “Es sólo un crío y para colmo es el mejor amigo de mi hijo, no debería calentarme con él”.
    
    -No hay prisa, tómate tu tiempo y relájate. ¡Disfruta del baño! -Dije mirando a la pared.
    
    -Sí, muchas gracias, señora.
    
    Salí del baño con su ropa en mis brazos. Observé que casualmente sus calzoncillos habían quedado en la parte superior de la bola de ropa. Intenté apartar la mirada, pero por alguna razón me sentí atraída hacia ...
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