1. Verónica, una lectora que se convierte en uno de mis relatos - Parte 4


    Fecha: 02/11/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... pequeño bikini color turquesa y también diviso un tatuaje de un pequeño Delfín en su glúteo derecho. El pantalón cae y veo sus lindas piernas alargadas y que hacen simetría con todo su esbelto cuerpo. Su cintura no es tan pronunciada como la de Verónica, pero no pasa desapercibida, y sus ricas nalgas como me las imagine el día anterior, es un espectáculo verlas con ese bikini de un turquesa oscuro. Su bikini me da la señal que está totalmente afeitadita, pero luego también descubro que su proceso para eliminar sus vellos es también de cera, así que su piel esta tersa como la de una bebe.
    
    Ligeramente me quito el pantalón y me siento en el sofá y dirijo a Lizbeth a que se siente por sobre mis piernas. Ella continúa con su bikini y yo con mis bóxers. Le quito su blusa blanca y su sostén de múltiples colores y comienzo a mamárselos suavemente y ella solo gime y por primera vez veo ese dibujo de sus labios excitados, le gusta lo que está viviendo y ella solo masajea alrededor de mis hombros. En aquella posición masajeo sus glúteos mientras sigo mamando sus puntiagudos pechos. En minutos mis dedos han llegado a esa zona de la entrada de su panochita y puedo sentir la liga de sus jugos vaginales y sé que está muy excitada. Esta vez la levanto para su sorpresa y en vez de llevarla a la habitación de la suite, la llevo en dirección al jacuzzi. La dejo en la orilla y hago que se acueste en la plataforma y donde he dejado una almohada del sofá para que esté más cómoda y vea cómo ...
    ... le como su rica panocha. Sé que esta es una de las únicas formas que Lizbeth ha encontrado la erupción del orgasmo, así que aquel masaje con mi lengua en su clítoris es breve, quizá solamente se lo succioné por dos minutos, pues parecía que ya se venía. He hecho una pausa y me quito mi bóxer y le quito totalmente su bikini y queda desnuda. Ella viene hacia mí y se dirige a mi verga, pues creo que ella me la quiere mamar y aunque no era mi intención, en ese momento llegó y dejo que me la mame.
    
    Lizbeth es una experta en el sexo oral y tiene una tolerancia pues tiene una habilidad de llevarla lo más profundo que puede y por varios segundos que parece que se ahoga en el proceso. Quizá, si no tuviera ese control que tengo, fácil me hubiese hecho acabar, e imagino que a cualquier novato lo hace correr en cinco minutos. Eso fue mi cálculo, cinco minutos cuando la invite a sumergirnos en la pileta. La pileta de la jacuzzi tiene una grada que es como asiento, incluso uno se puede recostar en un ángulo perfecto para estos menesteres del sexo. Invito a Lizbeth que se venga sobre mi y es de aquella manera, ella sentada sobre mis piernas que le penetro su rica panochita. Estamos sumergidos hasta la cintura y Lizbeth tiene un ritmo lento pero delicioso. Puedo sentir el calor de su panocha y como la contraía apretándome la verga con una sensación tan deliciosa, la cual parecía era coordinada con el calor del agua que me hacia un cosquilleo en mi espalda. Los movimientos siguieron siendo ...
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