1. En el Caribe con Papá 3


    Fecha: 23/10/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Las vacaciones con papá en el Caribe ya habían terminado y junto con ellas las excitantes noches de sexo pleno con mi padre. Esto había dejado en mi ser huellas indelebles a mis 17 años y, que ahora con 37 años, siguen permanentes en mi memoria. No como una víctima de abuso si no como la única y verdadera experiencia de amor mutuo que pude haber sentido hasta hoy en día. El día de regreso a casa se había tornado un tanto desconcertante y e impredecible. Me imaginaba a mi papá y a mi mismos en nuestro contexto familiar regular y no encontraba como íbamos a hacer para continuar con lo que habíamos comenzado. Mis ojos se llenaban de lagrimas y mi deseo por volver al Caribe ya estaban presentes. Mi papá actuaba con total normalidad y yo comenzaba a adivinar que lo nuestro ya se había terminado y que solamente había sido algo de vacaciones. Corría ya la tercera semana en casa con mamá y con mi padre sólo había tenido un par de llamadas telefónicas breves en las cuales no se tocaba el tema. El dolor y el vacío en mi pecho se hacían cada vez más profundos y empezaba ya a admitir y aceptar que ya nada más volvería a ocurrir con Daniel, mi papá. Por las noches me dormía llorando y me despertaba con mis ojos húmedos de las lagrimas que no se iban. Un domingo, por la mañana, desperté con el sabor de los labios de mi padre sobre los míos. Respiré hondamente y su perfume inundó mi ser. No quería abrir mis ojos para que esa sensación tan vívida no desapareciese y, en el silencio de mi ...
    ... habitación, escuche cómo su dulce voz me decía: ¿ qué tengo que hacer para despertarte” Sentí un escalofrío por mi espalda y abrí mis ojos. No era un sueño. Papá estaba allí, sentado en mi cama y ahora estaba acariciando mi cara con sus suaves y fuertes manos. Con un envión me senté y me abrasé a su cuello con tanta fuerza que lo quería meter dentro de mi piel. Apoyé mis labios sobre su cuello y lo besé repetidamente. Papá me separó de él tomándome por mis hombros, me miró con ternura y me besó tiernamente en mi boca. Perdí la consciencia y me dejé llevar por el momento. Cuando papá se separó de mi me abrazó y me dijo al oído, “mamá no está. Tuvo que salir. ”. acto seguido, recorrió mi cuello con su boca y cuando llegó a mis hombros comenzó a morderme de tal manera que sentí quedar entregado a todo lo que él deseaba hacer conmigo. En esa posición, y yo aún con mis ojos cerrados de placer, sentí que la mano de papá se escurría entre mis sábanas y bajo mi calzoncillo tomando mi pene que ya estaba extremadamente duro. Daniel, mi padre, me sacó de mi trance revelándome cuanto me había extrañado y las ganas que había sentido de estar conmigo. Me siguió chupando mis labios, orejas y cuello y ya me tenía esclavo de sus antojos. Bajó su cabeza hasta mis pezones y comenzó a succionarlos. Sacó su mano de mi pene y empezó a desabrochar y sacarse la camisa. Yo sostenía su cabeza y presionaba y dirigía su boca para que chupase mis pezones lo que él hacía sin oponer resistencia. Su torso ...
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