1. mi primera noche con maria


    Fecha: 15/10/2017, Categorías: Primera Vez Tabú Autor: lujuria69, Fuente: xHamster

    ... imaginado, no notaron la gravedad, mostrándose ajenas a ésta. Las acaricié y chupé los pezones, notando que realmente la excitaba, y mucho, mi juego con ellas. Seguí besando y acariciando aquellas tetas junto con su cuello, guiándome por su respiración, haciendo incapié en aquellas zonas que sus gemidos denotaban más placer: sus pezones y la garganta. María comenzó a acariciar mi polla por encima del calzoncillo, jugando divertida y poniéndome más cachondo, si es que existía un grado de calentón aún mayor.No sé cuántos minutos pasaron así, yo jugando con sus tetas y Maria sobando mi polla, yo estaba encantado y ella embriagada. De pronto, María me separó, sonrió y me dejó totalmente desnudo. -Demasiado tiesa tienes la polla, veremos si pasas la prueba- Susurró casi al tiempo que ví desaparecer de un golpe toda mi verga en su boca. Fue una mamada espléndida, María succionaba con ímpetu, lentamente su boca absorvía el falo para dejarlo salír una y otra vez a la vez que acariciaba mis huevos, exprimiéndolos cada poco.Agarró mi polla y comenzó a pajearme bestialmente, pasando su lengua por mi hiperinflamado glande. Ap punto estuve de correrme, de explotar con su juego cruel, pero no era buen ...
    ... momento y acertó María en pausar la paja brutal, dando respiro a mi verga, para entonces con pensamiento propio y fijo: dedicar a María la mejor de las corridas.– Creo que ha llegado la hora de que me demuestres que no me equivocado al traerte a casa. – Tranquila, después de esta noche suplicarás por repetir experiencia. – No estés tan seguro, no te va a ser fácil dejarme satisfecha. No quise seguir con la guerra dialéctica: ahí María me daba mil vueltas. La tumbé en la cama y quité el último trocito de ropa que aún quedaba en su cuerpo. El tanga estaba empapado. Sorprendido por la cantidad de flujos que habían emanado ya de se coño, “bajé al pilón” ansioso de saborear aquel néctar que María me daba la oportunidad de probar. Comencé besándola alrededor del coño, escuchando su respiración entrecortada,sabiéndola ansiosa por el roce de mi lengua, sin prisas...El clítoris de María, desafiante e hinchado, apareció entre los pliegues de sus labios cuando los separé con mis manos. Pasé mi lengua por él, despacio, y María gimió placentera. Poco a poco mi lengua fue dibujando el abecedario completo y, cuando estaba terminando la z, María se corrió como una perra: era el presagio de una noche para recordar… 
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