1. El vagabundo y su dama


    Fecha: 18/10/2020, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    Me encontraba fumando al pie del portal de mi casa, antes de subir a dormir. Eran las 2 de la madrugada, la calle estaba oscura y silenciosa, cuando de pronto se empezó a escuchar el ruido de algo siendo arrastrado. Miré hacia la derecha viendo que venía por la calle tirando de un carrito, un vagabundo. Al llegar a mi altura se paró junto a los contenedores de basura que hay, empezando a buscar en ella, quitaba bolsas de basura, luego metía en el contenedor un palo que llevaba, e iba revolviendo toda la basura para ver si detectaba algo que sonara. En el carrito llevaba algunos palés de madera, y otros objetos que parecían de metal.
    
    Al principio no hizo caso de mi presencia, pero luego de un rato rebuscando en la basura, miró para donde yo estaba, se me quedó mirando y hablando en bajo, murmulló algo que no entendí; era sobre la basura que había en el contenedor.
    
    ¿me das un cigarro? Me dijo mirándome a los ojos.
    
    Sí, le contesté. Saqué el paquete de tabaco ofreciéndole un cigarro que él cogió llevándolo a la boca, dame fuego también, me dijo.
    
    Dándole fuego, le contesté que sí, y si quieres también te presto un pulmón y luego te pongo el culo.
    
    Se echó a reír diciendo entre sonrisas, que no le vendría nada mal. Llevó su mano a la entrepierna, y agarrándose el paquete dijo que lo llevaba a tope.
    
    La verdad es que se le veía joven y guapo. Si no fuera aquella ropa y barba de 2 o 3 días, que le hacían parecer un vagabundo; que era lo que realmente era; ...
    ... llamaría la atención por su físico y buena planta, joder si hasta cuando se había reído, se le había visto una dentadura blanca y perfecta.
    
    ¿Tu vives aquí, ¿verdad?
    
    Sí, por qué lo preguntas.
    
    Es por si sabes de algún vecino que tenga ropa, muebles o cualquier electrodoméstico que no le sirva, y quiera deshacerse de ellos.
    
    Pues la verdad es que no tengo ni idea.
    
    Siguió hablando mientras fumábamos el cigarrillo; me iba contando de su vida, de los problemas, etc.
    
    Cuando terminó de fumar el cigarrillo, me pidió si le daba otro.
    
    Toma, le pasé el cigarrillo, dándole a continuación fuego. A este paso voy a terminar por tener que dejarte el pulmón y ponerte el culo, para que vayas completo.
    
    Volvió a sonreírme mirándome a los ojos, mientras chupaba para que se encendiera el cigarro.
    
    Joder, me estoy meando, dijo echando la mano a la entrepierna y agarrarse el paquete. Y así cómo estábamos se arrimó a la pared del edificio, quedando unos pasos más abajo de donde me encontraba yo.
    
    Sacó la polla sin importarle mi presencia, empezando a soltar una tremenda meada.
    
    Yo me quedé embobado mirando para su polla cómo meaba. Joder menudo rabo tenía el vagabundo, sí que era larga la polla que se gastaba. Cuando levanté la vista hacia su cara, él estaba viendo cómo yo miraba y no sacaba los ojos de su verga.
    
    Te gusta, me dijo girándose hacia mí y mostrándome la polla que estaba terminando de mear.
    
    Levanté la cabeza mirándole a los ojos, ruborizado y sin saber que ...
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