1. El último tango


    Fecha: 17/10/2020, Categorías: Hetero Autor: Pancho Alabarde, Fuente: CuentoRelatos

    ... haciendo?
    
    Y en eso ella ya se envalentonó y empezó a tocar el tema que quería tocar.
    
    -Pues vera usted, yo en la negociación de la venta quería haber metido una cláusula particular, pero no me atreví a contársela a mi abogado porque quería tratarla con usted directamente cuando tuviera ocasión.
    
    -Pues éste es el momento Doña Asunción, podemos hacer un pacto de caballeros y añadir algún anexo al contrato para subsanar alguna insuficiencia económica o de otra índole.
    
    -No, económicamente estoy satisfecha, pero vera usted, mi marido no sólo se ocupaba de cubrir mis necesidades económicas, también se ocupaba de mis necesidades afectivas y en eso me he quedado un tanto desatendida.
    
    Vamos, que la Doña me estaba diciendo a las claras que no se comía una polla y me pedía que yo se las proporcionase, de modo que le hice una oferta de lo más sugerente.
    
    -¿Y con qué periodicidad cree usted que tendríamos que satisfacer sus carencias afectivas?
    
    Ella se quedó un instante pensativa ante tal oferta y me contestó contundente:
    
    -Una vez al mes creo que sería suficiente.
    
    Yo también me quedé un instante reflexionando la petición y le contesté con una contraoferta:
    
    -No fijemos cantidad, digamos que atenderemos sus carencias afectivas tantas veces como usted nos lo solicite.
    
    Ella aceptó en barbecho y cerramos el acuerdo. No, no firmamos ningún papel, sencillamente le eché mano a su entrepierna a la vez que ella hacía lo mismo con la mía. Habíamos firmado un acuerdo ...
    ... de suministro de servicios que ella tenía previsto hacerlo valer esa misma noche, porque nada más llegar al portal de su lujosa casa en el barrio de Salamanca de Madrid, me insinuó, bueno quizás me lo exigió, que el servicio de atención a sus carencias afectivas debía comenzar de inmediato, aunque aún se tomó un último minuto para introducir una nueva cláusula al contrato.
    
    -Oiga, dicen y no paran de hablar maravillas de su jefa de personal Pepa La Diosa, usted cree que ella también podría atender en ocasiones mis carencias afectivas. No es que yo tenga especial predilección por esa clase de relaciones, pero siento una auténtica fascinación por probarlas. Una no debe privarse de ninguna experiencia siempre que se lo pueda permitir.
    
    -Naturalmente Doña Asunción, Pepa La Diosa estará encantada de satisfacer sus necesidades y seguro, por lo que dicen, que no saldrá usted defraudada de la experiencia. -Todo esto se lo decía ya dentro del ascensor, con la falda remangada, las bragas por las rodillas y mi polla en su mano.
    
    Al penetrar en su casa Doña Asunción ya entraba penetrada. Apenas conseguimos ganar una mullida alfombra en medio del lujoso salón, y pude tumbarla y desnudarla de cintura para arriba, porque de cintura hacía abajo ya estaba en pelotas, con su chocho al aire y las bragas en sus manos.
    
    La jodida de la vieja era una auténtica gourmet, paladeaba todo lo que se le ponía a mano. Primero agarró entre sus nerviosas y experimentadas manos mi polla y se la metió ...