1. Los invitados...


    Fecha: 17/10/2020, Categorías: Gays Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    Los favores se pagan, si uno es agradecido, los favores hay que saber devolverlos. Precisamente esta historia empieza en el momento en que mi novio debe devolverle un gran favor a unos de sus mejores amigos. El problema es que yo, a mí manera, acabo contribuyendo también a devolverle ese favor.Me llamo Oliver tengo 29 años y soy un hombre de lo más normal, de 1,78 m y unos 70 kg, castaño, sin vello, con buen cuerpo algo definido por ir al gym siempre que puedo. Trabajo como diseñador gráfico en una empresa de la zona y vivo con mi novio Hernán un morenito de 1,80 m de muy buena pinta. Llevamos siete años juntos, siete años con los altibajos típicos de una pareja. Desde hace un tiempo nuestra vida sexual se ha resentido bastante. La verdad es que ambos sospechamos que el otro tiene alguna aventurilla sexual fuera de casa, pero sencillamente no hemos querido afrontar ese tema. Es como una realidad en un segundo plano. Yo atribuyo esa búsqueda de algo más a la falta de pasión, a la falta de novedad en nuestra relación después de tantos años. Y es precisamente la necesidad de arriesgarme a probar algo nuevo lo que nos ha llevado hasta aquí.Hernán se mudó a la ciudad hace unos diez años para encontrar trabajo y mejorar un poco sus expectativas. Para llegar aquí su familia y sus amigos, en especial uno, Leonardo, le ayudaron económicamente para instalarse pero como decía, si uno es agradecido, los favores se pagan. Diez años después de que mi novio cambiara de residencia, su gran ...
    ... amigo Leo decidió hace unos meses intentarlo también. A pesar de lo mala que es la situación económica en nuestro país, Leo llegó en noviembre para establecerse con su familia. Después de que Leo hubiera ayudado a Hernán en aquel momento, a mi novio me pareció como retribución dejarles vivir un tiempo en nuestra casa hasta que pudieran establecerse.Cuando fuimos a recogerlos al aeropuerto empecé a tener... ¿cómo lo diría? Algo así como sensaciones encontradas. Cuando vi a esa familia con padre, madre, un hijo muy pequeño, otro en camino y unas 14 maletas en las que debían caber dos vidas y media, empecé a pensar que mi casa se iba a convertir en un campo de batalla. Pero dejando a un lado aquella previsible invasión, empecé a fijarme detalladamente en ellos. Había visto fotos de Leo, pero cuando le vi por primera vez en el aeropuerto me impresionó su tamaño. El amigo de mi novio, de unos 34 años, debe medir casi 1,90 m y es corpulento, uno de esos hombres que encajan en el perfil de guardia de seguridad o policía. A primera vista no parecía estar muy musculoso, pero sí fuerte... robusto, con unas buenas piernas, brazos y un pecho fuerte y ancho. La verdad es que sin parecerme guapísimo, me impresionó su porte, su presencia... y sin ser demasiado consciente en ese momento, me empezó a dar morbo. Su mujer, más bien menuda y delgadita, a excepción de su enorme vientre, contrastaba al lado de aquel hombre de pelo castaño y cara de cabrón simpático.Las primeras horas en mi casa, yo ...
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