1. Atrapada por mi hermana (real)


    Fecha: 17/10/2020, Categorías: Hetero Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... que ya era oportuno tomar eso como tema de apertura para darle a Clarisa la plática sexual sobre hombres, erotismo, enfermedades, vicios… etc, pero como las reacciones de mi pequeña hermana no vienen al cuento, se las dejaré a su imaginación. Total que yo hablé con mi madre para que me no me avergonzara frente a Hugo. Él era unos meses mayor que yo, y pese a todo lo que ellas pudieran decir, para mí sí era un chico maduro y con aspiraciones. Planeaba estudiar medicina, o algo enfocado a las ciencias de la salud. —De acuerdo, aunque me molesta que te avergüences de nosotras. Si tu padre viviera… —Si él viviera, yo sería lesbiana, de seguro. —Da igual. Mientras te quieran. También hablé con Clarisa, que estaba en su habitación. Dijo que se encerraría allí toda la noche y no saldría a ver al mamón de mi novio. Así es ella. Un poquito cruel cuando se le antoja. Tiene ese… don de sentir el aura de las personas. Una intuición bastante fuerte a decir verdad. Total, que Hugo llegó a casa a cenar. Eran las siete de la noche, y durante un rato nos la pasamos en la sala jugando en el Xbox de mi hermanita, que obviamente no se puso muy contenta cuando lo supo. Mamá es contadora. Tiene un despacho donde hace todas sus gestiones a empresas, así que normalmente está ocupada en el momento menos oportuno. Esa noche de viernes la suerte jugó para mí, si podría decirse así, y mamá salió pues a atender unos problemas con cierto cliente. —Cuídate, no vayas a hacer nada malo —me dijo con un guiño ...
    ... del ojo. Hablando en retrospectiva, mamá ya sabía, como toda madre conocedora de sus hijas, que Hugo me metería la mano por debajo de la falda, y que yo me dejaría. Cosa que sucedió. Nada mas ella se fue, dejamos de prestarle atención al juego y nos sumimos en una sesión de besos babosos con lengua. Yo me había puesto una minifalda suavecita, y llevaba debajo sólo unos cacheteros rosados, mis favoritos, con encaje blanco y un sujetador a juego que me apretaba los pechos. Mi novio ya me había metido mano un par de veces, sobre todo en el cine, cuando nadie miraba. Solía hurgar dentro de mi escote o apretarme los pezones. Ante la adrenalina de estar solos, sus inquietudes se hicieron mas fuertes y luego de calentarnos con los labios, noté que él me tomaba la mano y me obligaba a meterla dentro de sus pantalones. Cosa que hice, claro, y el calor del pene fue sensacional. Literalmente se me hizo la vagina agua. Necesitaba de inmediato sentir ese miembro en mi boca cuanto antes. El pecho me latía desfasado, prodigioso ante la perspectiva de sexo. Quería hacerlo ya, sin dramatismos, sin nada de romanticismo ni cosas cursis como el encanto de la primera vez. Un rapidín. Una mamada rápida. —Espérame tantito. Me alisé la falda y fui al cuarto de Clarisa para ver si dormía. Me asomé. Obviamente estaba acostada, tapadita en la cama y con el aire acondicionado a tope. La muy cabrona había hecho berrinches para que mamá le pusiera clima a su cuarto, y sólo ella tenía ese lujo. Nosotras, ...
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