1. Mi ahijada Andrea. 1


    Fecha: 15/10/2020, Categorías: Hetero Autor: vicioso69, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Juan, tengo 39 años y voy a contar lo que me pasó el verano pasado. Soy divorciado desde hace 9 años y tengo una nueva pareja desde hace 8. Ella, que también es divorciada, es unos años más joven que yo y tiene una hija adolescente de su anterior matrimonio. La relación con mi pareja es inmejorable en todos los sentidos, destacando la compenetración que tenemos en el sexo. Los dos somos de mentalidad liberal y nos gusta experimentar con nuestros cuerpos todo lo que se nos ocurre, si los dos estamos de acuerdo. Ambos somos empleados de banca de la misma entidad, nos conocimos en una convención de la empresa, yo en una sucursal de Madrid y ella en otra de un pueblo costero en la provincia de Castellón, por lo que no vivimos juntos de momento, viéndonos los fines de semana y los periodos vacacionales. El verano pasado planeamos pasar unas vacaciones tranquilas en su casa durante el mes de julio y ambos pedimos a la empresa dicho periodo vacacional, cosa que nos fue concedida. Así que el día uno de julio me puse al volante de mi coche y me dirigí al pueblo de mi pareja. Durante los primeros diez días todo fue a pedir de boca. Por las mañanas nos íbamos a la playa, una apartada y sin vigilancia en una zona natural protegida a la que acudía muy poca gente, ya que no ofrecía ningún tipo de servicios y es de difícil acceso. Y lo hacíamos así porque nos gusta practicar el nudismo y en esa playa nuestra única compañía eran las gaviotas. Además, era una zona de dunas lo que nos ...
    ... ofrecía un plus de intimidad. Si Andrea, así se llama la hija de mi pareja, venía con nosotros, no hacíamos desnudo integral, yo no me quitaba el bañador y mi pareja y la propia Andrea se dejaban puesta la parte inferior del bikini. Mi pareja, unos años más joven que yo, tiene un cuerpo espectacular y le gusta mostrarlo y Andrea. , ¿que puedo decir de Andrea? Que tiene una figura que haría pecar a un santo. Unos pechos aún pequeños, pero firmes y bien formados, con unos pezones que siempre estaban enhiestos, quizás por el efecto de la brisa, en el centro de unas areolas pequeñitas y rosadas y que pedían a gritos ser lamidos y mordisqueados; y un culito que se adivinaba duro y turgente bajo la minúscula prenda que lo tapaba. Cuando ya se habían cumplido dos semanas de vacaciones, uno de los empleados de la oficina donde trabaja mi pareja se fracturó un brazo y la dirección la llamó para que le sustituyera, ya que en verano la oficina multiplica las operaciones debido a los desplazados que pasan sus vacaciones en el pueblo. Mi pareja no pudo negarse, primero porque era su oficina, donde ella trabaja habitualmente y segundo porque hubiera sido casi imposible encontrar un sustituto que estuviera disponible en esas fechas y que supiera el funcionamiento de la sucursal. Además, le prometieron que la compensarían por haberle estropeado las vacaciones. Así que de un día para otro, nos encontramos con que mi pareja tenía que trabajar por las mañanas, lo que nos dejaba a Andrea y a mí ...
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